La saga de Eufemiano Fuentes - De raza les viene a las crías - por Francisco Javier González
El Juez Florit ordena requisar a EUROPA PRESS y DIARIO DE MALLORCA por investigar a Cursach.
La noticia que ha saltado en Palma de Mallorca, donde un juez ha mandado a requisar móviles y ordenadores a periodistas de DIARIO DE MALLORCA, es otra prueba de cómo la ignorancia más supina se asocia con la arbitrariedad en la administración de Justicia en este remedo de estado de derecho. Las y los periodistas tienen el derecho constitucional a proteger sus fuentes, por no hablar del derecho al trabajo, para el que es imprescindible disponer de sus móviles y ordenadores. Esta medida judicial atenta contra esos derechos y pone en peligro además la libertad de información. Esto es inadmisible. Y, para que no falte nada, véase que la medida judicial se hace para favorecer un empresario. Como siempre. No persiguen al presunto delincuente, sino que acosan a quien lo investiga. Lo digo yo, Chema Tante, que no soy periodista, pero que estoy plenamente convencido de que la libertad de prensa y la confidencialidad de las fuentes es imprescindible en una democracia. Algo que palmariamente ignora el juez de Palma.
Vamos a repetir una vez más los pocos conceptos básicos que animan nuestra labor a fondo perdido:
Hola, soy diputado por Madrid, Murcia o Alicante...estoy contra el cupo vasco, pero votaré lo que me ordene mi partido (no pretendereis que me juegue los garbanzos,¿no?)
La idea es nueva para nosotros, pero ha sido ya ensayada en otros lugares con éxito. En el caso de las Palmas de Gran Canaria, el modelo en que se inspira la MetroGuagua no es el de las grandes capitales de Asia y Sudamérica sino el que se ha implantado en ciudades europeas de menor tamaño como Nantes en Francia.
¿Derecho a decidir? Ah, vale. ¿De todo el pueblo español? Claro, claro. Bien, decidamos en referéndum lo que el pueblo quiere decidir desde hace décadas:
Una cosa de las que dijo Joan Tardá hoy en el Congreso es cierta: PSOE, Cs Y PP proponen una reforma de una Constitución que YA NO LE VALE A NADIE.