En La casa de mi tía con la colaboración de Francisco Morote, de Attac Canarias
Antonio Turiel publica en su THE OIL CRASH este artículo de Máximo Luffiego que recomienda y comenta Federico Aguilera Klink. Luffiego, con mucho juicio, sostiene que el cambio de la economía capitalista por el ecosocialismo es imprescindible para el sostenimiento de la vida humana. Le llamemos GAIA con Lovelock, o le llamemos la Pachamama, con los aimara, a mí, Chema Tante, me parece evidente que la Tierra, la naturaleza, se comporta como un organismo y nos está mandando al género humano señales claras de que estamos llegando al final. o cambiamos o fenecemos. Como dice Aguilera Klink, hay que repetirlo constantemente, hasta que la gente se entere. Y en Canarias, como forma parte del mundo, ese mundo que tiene que cambiar, aunque haya quien lo niegue, es preciso que busque otra forma de vida. Con un turismo sostenible, a una cuarta parte de lo que ha ¡venido siendo en los últimos años, o con otra actividad. Eso es lo que hay. Y repetiré otra vez lo que vengo diciendo: Sabíamos que la Pachamama se estaba quejando, lo que no sabíamos era la manera contundente con que nos iba a llamar a entrar en razón. Y, a pesar de eso, hay gente que se niega.
Máximo Pradera se congratula desde PÚBLICO por los signos externos que en la toma de posesión el Gobierno Progresista, indican que, por ahora la confesionalidad, muy respetable, pero en el ámbito privado, deje de lucir en las manifestaciones oficiales. El artículo, señalado por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, está, como de costumbre en Pradera, escrito en clave de coña. Pero de verdad que es ciertamente gratificante haber perdido de vista, si no para siempre, al menos por un tiempo, las mantillas y peinetas de ministras y la prsencia de jerifaltes oficiales en procesiones y demás rituales.
No se sabe para qué perdemos el tiempo. Yo, Chema Tante, se lo confieso, no abrigo más esperanza que un milagro. Qué sé yo, que un, mejor, una científica, que son más prácticas, descubra la manera de captar estos gases. Pero, mientras tanto, hay que repetirlo: El Planeta, el único que tenemos, se está haciendo inhabitable, merced a la insensibilidad del neoliberalismo y la insalla ricachona, dispuestos a matar a toda la gente, incluyéndose ellos, para rendir su tributo a Friedman y su obsesión del beneficio como sea. Y, una notita para ese gentuallo emperretado en gasear Canarias: el metano, es más potente, como gas invernadero que el CO2.