En TAMAIMOS, Raúl Vega comenta las últimas ruindades del genuflexo Clavijo; sus querencias españolistas, increíbles en uno que se llama nacionalista canario; sus amoríos a Soria, inesperadas en un demócrata, pero completamente congruentes en un neoliberal que comparte con el otro bellaco el concepto de la política al particular servicio; y, como plato del día, su negativa a implantar la tasa turística, absolutamente lógica en un sandio de la categoría del personaje.  

No será porque no se les diga a nuestros estólidos estrategas del gobierno y de las empresas que su modelo turístico no sirve, porque solamente proporciona beneficios a esas empresas, pero no puede garantizar empleo en la cantidad y el nivel retributivo que merece el pueblo que pone sujs recursos naturales para el negocio. En TAMAIMOS, Raúl Vega insiste sobre el particular. En definitiva, la alternativa entre turismo masivo, poco beneficio unitario, en enormes volúmenes, que oblia a exprimir al personal laboral o turismo selectivo, especializado, de lujo, de encanto, rural, agroturismo, senderismo... poca clientela que valora la calidad y paga por ella. Y, por supuesto, actividad económica transversal, por la vía de que el turismo consuma producción local.

En TAMAIMOS, Raúl Vega compone un atinado cañamazo de coincidencias en las fechas y, sobre todo, en el concepto de paz que impregna mayoritariamente el sentir canario. De Pedro Lezcano a Domigo Garí, pasando por el No a la OTAN y el grito fuerte de la gente canaria, Raúl desemboca en esa petición de una Estatuto de Neutralidad para Canarias. Porque Canarias no quiere ser plataforma de agresión contra ningún pueblo del mundo, pero mucho menos, contra los pueblos africanos de quienes somos, además de amigos, vecinos.

En TAMAIMOS, Raúl Vega relata las múltiples simulaciones de "refundación" de esa coalición llamada canaria. Yo, Chema Tante, digo que las supuestas "renovaciones" de las que tanto se las echa la Cc, no son intentos de adaptarse a las necesidades de Canarias y a la voluntad e intereses del pueblo canario, sino que son manifestaciones del oportunismo que sirva a sus propias conveniencias. Y lo que conviene a Cc es bien sabido que es lo que le ayude a su permam¡nente utilización de la política como medio de lucro.

Irónico y sabroso artículo en PÚBLICO de Raúl Sánchez Cedillo @SanchezCedillo que recomienda Julián Ayala. Se describen las angustiosas dificultades de un Pedro Sánchez abocado a vencer o morir, a gobernar o madandarse a mudar para su casa. Y también las astutas maquinaciones de un tipo como Iglesias que está demostrando su habilidad para plasmar en hábiles operaciones prácticas sus sólidos conocimientos teóricos en materia política. Una habilidad que no es frecuente y que es de desear que Iglesias aplique, no a la consecucuón de sus planes particulares, sino a la cristalización de las aspiraciones populares, las que todas las personas sensatas reconocen representadas en el 15M

En TAMAIMOS, Raúl Vega comenta el vergonzoso episodio ocurrido en el Estadio de Gran Canaria, cuando prohibieron la bandera canaria, la tricolor de las siete estrellas verdes

No está mal traída, no, esta analogía que hace Raúl Vega, desde TAMAIMOS, entre Valwentina y Nivaria. Ciertamente, son "dos mujeres que aportaron mucho a la cultura canaria"

No es ninguna bobería la advertencia que hace Raúl Vega desde el ibsigne TAMAIMOS. Cuando el gobierno era suyo, Paulino tomó la bandera antipetrolera, no por convicciones de sostenibilidad, de las que carece, sino simplemente, por oportunismo político. Al de El Sauzal le interesaba hacerse con los apoyos de la gente de Lanzarote y Fuerteventura. Y por eso se enfrentó al ministro de Repsol, el abyecto Soria. Pero ahora que el gobierno es del genuflexo Clavijo, todo ha cambiado.

Un valioso trabajo de Raúl Vega, que nos presenta en TAMAIMOS una recopilación de datos memorables del año que dejamos atrás.