Ya mucha gente se había olvidado, pero hace ahora justamente un año, el 13 de diciembre de 2011, el techo del Intercambiador -ya saben, ese invento tecnócrata para no llamar estación de guaguas a la estación de guaguas- se vino abajo. Aunque el azar tuvo la misericordia de hacer que se cayera de noche, porque si llega a ser de día, se carga a más de cuatro inocentes. Y ahora nos enteramos de que la investigación confirma lo que mucha gente sospechábamos: los materiales no eran lo que debían ser. Y, como vino la llamada crisis...