Impresionante, contundente alegato de José Manuel Maroto Blanco y Antonio Segovia Ganivet en PÚBLICO. Lo recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado y yo, Chema tante, agrego que es todo un pistoletazo a las conciencias de la gente en este estado español que no se percata de que en nuestras sociedades el racismo está ahí presente, inoculando el subconsciente. En estos días se escuchan testimonios de gente negra, árabe, asiática que denuncian como en todos los niveles de la vida cotidiana acusan los signos de racismo. Hay intolerantes que lo expresan porque, en verdad, odian lo extraño. Pero también muchas personas lo hacen sin tener presente lo que están haciendo. Pero demuestran que ahí, en el fondo de su cerebro, está presente el racismo, la xenofobia.

Entrevista a Manolo Marrero, portavoz parlamentario de SÍ PODEMOS CANARIAS por Cesar Rodríguez Placeres, en SAN BORONDÓN

La importante enseñanza que transmite José Blanco en este artículo señalado por Francisco Morote, de Attac Canarias, en el mexicano LA JORNADA, es que los límites del capitalismo deben ser planteados políticamente por la gente que sufre su agresión. El capitalismo es inviable económicamente, pero se mantiene, precisamente, por la acción de quienes se favorecen de su existencia. Solamente la lucha de la gente damnificada podrá tumbarlo.

En estos tiempos en que tanto tiesto se llena la boca con lo de la legalidad, la democracia, la constitución, viene muy a cuento este estupendo artículo de José Blanco que Francisco Morote, de Attac Canarias señala en el mexicano LA JORNADA. Porque esta insalla que hegemoniza la política con campañas intoxicadoras pagadas con dinero del delito han transformado tan  nobles conceptos em términos hueros de contenido. Ni libertad, ni igualdad y la fraternidad, ni de coña.