Sobre el Manifiesto “blanco” (Isidoro Moreno)
Anselmo Fariña y Ramón Afonso llaman la atención hacia este valioso artículo del catedrático de Antropología Social Isidoro Moreno en VIENTO SUR, que aclara muchas cosas sobre el movimiento "blanco" "Parlem?" que convocó este sábado montones de concentraciones por todo el estado español. Bien dice Moreno que hay cosas que dicen los anónimos promotores de la idea que es difícil no aplaudir, pero hay otras muchas -por su presencia o por su ausencia- sobre las que es preciso advertir. En definitiva, se trata de la cuestión esencial. El soberanismo catalán mantuvo un prudente silencio mientras los asesinos de ETA perpetraban sus fechorías. Y cuando al fin llegó el fin de la violencia, empezaron a resurgir las reivindicaciones, acogidas a la promesa de que, en paz, todas las ideas podían defenderse. El resultado de estos once años de lucha pacífica han sido el "cepillado" (Alfonso Guerra dixit) de un Estatut aprobado en el Parlament y en el Congreso y tumbado por un Tribunal Constitucional nombrado a dedo, convocatorias de boicots, recogidas de firmas y la negativa continuada de celebración de un referéndum democrático. El soberanismo catalán ha recibido continuas cachetadas y vejámenes, sin que nadie -salvo excepciones, entre las que yo Chema Tante, me cuento- dijera lo más mínimo. Más bien, habría que decir que la actitud centralista contra Cataluña ha merecido mucha complicidad. Ahora en que multitud de catalanas y catalanes -no sabemos en qué número, porque no dejan consultar- han montado un tremendo follón, ahora, salen las voces santurronas llamando al diálogo. El diálogo, por la parte catalana, ha estado siempre abierto. Es el gobierno del estado español,del Pp o del PsoE alternativamente, con la alegre ayuda ahora de Ciudadanos, el que se niega a negociar. Pero la gente de "Parlem?", la gente blanca, no condena la actitud. Como tampoco condena la brutal agresión policial a gente indefensa el uno de octubre, por toda Cataluña. Algo hay muy sospechoso en todo esto, como bien apunta Isidoro Moreno.