José Antonio Gómez en DIARIO 16 trata de las muchas trampas de una Reforma Laboral que es una chapuza. Y yo, Chema Tante, digo que esto es lo que ocurre cuando el "diálogo social" se hace teniendo en la oreja el teléfono conectado con Patricia Botín
Chris Hedghes en SCHEERPOST y REBELIÓN publicaba en junio pasado un alegato contra la justicia que persigue a campeones de la libertad como Julian Assange. Y Federico Aguilera Klink lo recupoera por su oportunidad en relación con lo que pasa en este estado español en el que jjusticia es lenta y parcial, por tanto, no es justicia. Lo comento yo, Chema Tante
Adrián Almazán y Jorge Riechmann escriben en EL DIARIO y FORO TRANSICIONES este artículo apocalíptico sobre la manera en que las tecnologías digitales desatadas están acelerando el proceso de suicidio de la Humanidad. En realidad, de suicidio de una parte de la Humanidad y de genocidio del resto, por la parte suicida. Porque son ciertas personalidades codiciosas y la papanatería andante, quienes no meten en este brete. Lo recomienda Federico Aguilera Klink y yo, Chema Tante, agrego que jamás la Humanidad había sufrido una calamidad semejante. Resulta un sarcasmo cruel y trágico que la tecnología, que podría hacer posible una vida plácida, cómoda de toda la Humanidad, se vea precisamente, por culpa de esa manada irresponsable, al borde de la desaparición.
Yurena Morera @MoreraYurena señala este interesante y revelador texto de Luís Flores, de la Comisión de Antiglobalización de Ecologistas en Acción, en EL SALTO. Flores recuerda que los bancos centrales premian al culpable. Porque ya no hay persona sensata que dude, lo afirmo yo, Chema Tante, que la responsabilidad de esta calamidad coronavírica que nos atribula corresponde a las maniobras ecocidas de las grandes empresas neoliberales. Pero la estupidez andante de quienes mangonean las finanzas internacionales vuelven a cometer el mismo error fatal: soltar pasta a todo pasto a esas empresas. Y la gente, ajo y agua. De esta manera, lejos de solucionar los quebrantos de la economía, y habida cuenta de que las oligarquías accionistas de las grandes empresas dedican los sabrosos beneficios que obtienen a la especulación financiera y que esas multinacionales seguiran con sus prácticas devastadoras del equilibrio ambiental planetario, se alimenta el infierno que viene.