Carta a la militancia: sobre fusiones y el ruido acerca de IU - por Alberto Garzón
Queridos/as compañeros/as de Izquierda Unida:
Queridos/as compañeros/as de Izquierda Unida:
Dirán que es provocación, que cómo puedo comparar. ¿Qué tenemos en España y en la Unión Europea para decir eso?
Cuidado que es difícil destacar, en un partido pleno de vllezas, un partido que es en sí mismo un paradigma de la ignominia, como personaje indigno. Pero Trillo, compitiendo con gentuallo como Wert, Aznar o Hernando, les saca ventaja. Un tipo que combina la chulería con el comportamiento rastrero. En EL PAÍS, Baltasar Garzón, experto en indignidades y víctima de ellas, glosa con acierto la figura de un sujeto cuya trayectoria en política debería ser execrada y estudiada en las facultades de Políticas y de Derecho, como ejemplo de lo que no se puede ni se debe hacer. Como complemento de esta lectura edificante de Garzón, les ofrezco examinar algunas de las entregas de la no menos edificante serie que Yrene Calais publicara en 2013 en ALERTA DIGITAL, "La historia de una gran mentira". Trillo, Federico, ppío, opusdeísta, sepulcro blanqueado, un fulano al que, si esto no fuera un estado de derecha, se le vetaría ocupar puesto público alguno. Ni embajada, ni Consejo de Estado, ni nada de nada.
En la página de ATTAC Aragón aparece este didáctico artículo de Eduardo Garzón que destaca Francisco Morote, de ATTAC Canarias. Digo didáctico, porque, a pesar de que lo que propone Garzón es algo que denería ser bien sabido; algo que se ha demostrado, por la lógica y por la evidencia empírica: que el gasto público es el motor de la economía y, con la transferencia de recursos vía fiscalidad de grandes fortunas y empresas, un resorte de redistribución de riqueza.
No por conocida resulta menos pavorosa la información que ofrece y comenta Eduardo Garzón en este artículo en LA MAREA que señala Francisco Morote de ATTAC Canarias. Pavorosa, porque es la certificación de que la estupidez codiciosa que campa en las cúpulas dirigentes de Europa mantiene una estrategia que condice directamente al desastre, no solamente de la mayorías pobres, sino también a las mismas elites que el neoliberalismo pretende favorecer. Es una locura, y una crueldad, meterle petróleo y pólvora a la fogalera de la especulación financiera de una banca que nada fastuosamente en la liquidez financiera al mismo tiempo que le aprieta la bota malaya a la gente pobre.
El que fuera presidente de la agencia EFE, director de ABC y fundador de La Razón, Luis María Ansón, publicó ayer que el Centro Nacional de Inteligencia tiene informes sobre Pablo Iglesias. Lo verdaderamente significativo es que Ansón lo utilizó como amenaza: si Pablo continúa en posiciones rupturistas con el Régimen, cuestionando la transición y sus códigos, el CNI le hará la vida imposible. Si, por el contrario, agacha la cabeza, Pablo aspirará a una vida cómoda dentro del sistema político. Y donde decimos Pablo decimos todos los que son ideológicamente como Pablo, para que nos entendamos.
Pero la conclusión es rotunda: el PSOE como estructura, es, y a pesar de estos conatos de rebeldía, un instrumento más de la oligarquía de este país.
Margalida Vidal reporta en EL ESPAÑOL sobre estas denuncias que están haciendo CONVOCATORIA CÍVICA y el juez (diga lo que diga la venal justicia) Baltasar Garzón. Los datos censales del 20D no cuadran y el Ministerio del Interior no ha publicado los resultados oficiales. Son hechos que deben explicarse minuciosamente, porque reabren la sospecha sobre el fraude en esas elecciones.
Yo, Chema Tante, que dediqué muchos años de mi vida profesional a los estudios de opinión y de mercado, afirmo que la manipulación de los resultados de consultas, sean muestrales o por censo, como son las elecciones, siempre es posible. Se pueden retocar, cuando fallan los controles, las sumas de las cifras. Pero lo que resulta muy difícil, cuando se cometen estas chapuzas, es que los datos cuadren. Como los resultados son un invento, los datos parciales arrojan diferencias. Y todo contable sabe que un descuadre, por pequeño que sea, puede delatar un enorme fallo.