La casa de mi tía
En su ISLAS BIENAVENTURADAS, Michel Jorge Millares publica un artículo curioso, que deja unas reflexiones muy dignas de tenerse en cuenta. Al hilo de unas, como siempre, intolerantes declaraciones de ese espécimen en vias de extinción, Rouco, y de la rápida decisión de restaurar el santuario gallego afectado por una rayo divino, Míchel se pregunta sobre el valor auténtico que tienen para el turismo los símbolos confesionales. Aunque, de paso, Míchel se permite un cachondeíllo con una recuperación del lamentablemente perdido símbolo del Puerto de Las Nieves, desde la discriminación positiva, la verdad es que el tema da mucho y muy serio juego