Francisco Morote, de Attac Canarias, selecciona y recomienda estos dos textos, muy útiles para la toma o el afianzamiento de la decisión de voto el 26 de mayo. "Lo que no han dicho los medios: la derrota del neoliberalismo",  de Vicenç Navarro ( Attac ) en  PÚBLICO y "El cambio es posible, pero hay que hacerlo bien", de Carlos Elordi en EL DIARIO. El punto de coincidencia entre ambos analistas es la mala maña de los partidos de la derecha de intentar centrar el debate político en las tensiones territoriales, cuando a los pueblos que componen este estado lo que de verdad preocupa y atribula son las cuestiones sociales, que cada día están más negras.

Como dice la gente del SIPRI, no hay que referirse al gasto en armas, sino al gasto militar en total. La industria del dolor se mama en el mundo cantidades astronómicas. La información es escalofriante. La señala Francisco Morote, de Attac Canarias y la ofrece el SIPRI, en varios idiomas y la reproduce Marco Antonio Moreno en su JAQUE AL NEOLIBERALISMO. Y la cuestión aporta dos reflexiones, ambas lúgubres. Por una parte, ese dinero es el que falta para solucionar tanto sufrimiento social como existe en el mundo. Por la otra, ese dinero causa todavía más sufrimiento en muchas partes. Malditos seab.,

El incombustible Francisco Morote, de Attac Canarias apunta su atención y la nuestra hacia este importante articulo de Nick Beams en WSWS y JAQUE AL NEOLIBERALISMO. La cuestión es que, palmariamente, la codicia especulativa neoliberal está llevando al capitalismo al inevitable desastre. Y nos advierte Beams contra las teorías paliativas sobre un contradictorio capitalismo progresista. Y yo Chema Tante, agrego que nos encontramos, como siempre, ante el dilema entre lo importante y lo urgente. Mientras la anhelada pero dilatada revolución social se produce, la gente está sufriendo y hay que buscar soluciones inmediatas. Desde luego, la loca vorágine de la especulación, que sigue enriqueciendo a una poca gente con dinero artificial, debe detenerse, porque está matando a la Humanidad. La densidad del artículo de Beams me obliga, contra mi costumbre, a sugeris, no un par de cachitos del texto, sino varios. Y animo a la reflexión sobre un profundo tema.

Francisco Morote, de Attac Canarias, selecciona textos sobre el levantamiento de los chalecos amarillos franceses. Después de varias jornadas de lucha, se van aclarando las cosas, bajo tres elementos contundentes: el levantamiento es masivo, el levantamiento tiene como denominador común la resistencia al neoliberalismo y en el levantamiento están notoriamente presentes las mujeres. Para estas reflexiones ayuda mucho la lectura de estos tres textos: Macron y el fracaso del neoliberalismo Editorial del mexicano LA JORNADA - Un Macron enchalecado, el fracaso del neoliberalismo y el futuro de Europa, Eduardo Camín en KAOS EN LA RED y ESTRATEGIA y Mujeres, chalecos amarillos y lucha de clase​, Pilar Aguilar en la TRIBUNA FEMINISTA de EL PLURAL

Bastan dos folios para relatar la historia de esta gran estafa, esta renovación del fascismo capitalista que se hace llamar neoliberalismo para ocultar que se trata de lo mismo de siempre: que toda la riqueza se represe en las manos de una poca gente. Bastan dos folios, sí, y eso es lo que hace Alejandro Nadal, de Attac México en este rotundo artículo que señala Francisco Morote, de Attac Canarias, en el mexicano LA JORNADA y en REBELIÓN. Nadal mantiene su esfuerzo en unirse al clamor que insiste en que el neoliberalismo, lejos de ser el dogma científico que los economistas amorales mercenarios pretenden colar, es una patraña absurda. Y yo, Chema Tante repetiré que la gran trola del neoliberalismo se comprueba por sus resultados. Del Chile pinochetista a la Argentina macrista, pasando por la Gran Bretaña tatcheriana, la Francia macronista o en lo que queda del imperio español aznarista, sin olvidar esta Canarias nuestra de la Corrupción Canalla... allí donde se hayan aplicado las políticas austeritarias neoliberales, la gente rica es muchísimo más rica y el resto de la gente, se jeringa.

Este es un texto que, si hubiera sentido común en este mundo, debería ser obligatoriamente de lectura, estudio y reflexión en esas facultades de economía y administración que colocan a Friedman como santo paridor de la verdad revelada. Esa funesta pléyade de tecnócratas que están al servicio de la gente rica han colado a las tesis neoliberales como si fueran dogmas incontrovertibles, cuando no son más que el fascismo de toda la vida "la ley del más fuerte", metamorfoseado en neoliberalismo. Chris Hedges, firma este valioso ensayo que señala Francisco Morote, de Attac Canarias en TRUTHDIG, EL CAPTOR, TERCERA INFORMACIÓN,y la página del uruguayo PVP). El neoliberalismo, teoría que evoluciona desde el liberalismo, que propugnaba aminorar el papel del estado y neutralizar lo público, hasta la apropiación de los recursos del estado en aprovechamiento particular. Es ese concepto de Harvey que cita Hedges; el enriquecimiento con "acumulación por desposesión". Algo que yo, Chema Tante, llamo, simplemente, robo.

Así es. Cándido Marquesán en NUEVA TRIBUNA, inicia su texto inspirado en un libro de Renán Vega Cantor, con una cita de John Berger y Nella Bielski: “Uno debe llamar por su nombre a todo lo que ve. Nunca se deben ignorar las consecuencias. Esa es la única posibilidad de enfrentarse a la barbarie. Ver las consecuencias”, Insisto, así es. El libro de Renán se titula Los economistas neoliberales, nuevos criminales de guerra: El genocidio económico y social del capitalismo contemporáneo (2010). Y esa es la verdad que hay que gritar, una y otra y mil veces: el neoliberalismo es un genocidio. Y genocidas son los economistas que venden su conciencia al neoliberalismo, mintiendo, haciendo pasar como verdad revelada lo que no es sino una falacia para jeringar al personal, para que la gente rica se enriquezca más y más. Ojalá el economista neoliberal genuflexo Clavijo asumiera esto.

Alejandro Nadal en el mexicano LA JORNADA, el guatemalteco PUBLICOGT y en LA HAINE este artículo que recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias y que agrega otro punto de frialdad en el alma. Las tribulaciones del pueblo sudafricano no se terminaron con la desaparición del apartheid, sino que se han prolongado, porque el nuevo sistema se ha echado en los brazos malvados del neoliberalismo. Claro que la población blanca no se ha visto afectada, porque estaba toda en la parte de arriba y claro también que en estos tiempos también algunas personas negras más (antes también la había privilegiada) se han podido subir al carro de la opulencia. Pero la inmensa mayoría del pueblo sudafricano sigue chingado, porque la desigualdad y la opresión de las más de las personas por unas pocas, se ha mantenido. Sudáfrica, maldita la gracia, ha cambiado el apartheid por el neoliberalismo. Y el neoliberalismo mata. Y que nadie me diga que exagero cuando digo que tanto o más que el apartheid.

"La década ominosa", escribe Francisco Morote, de Attac Canarias, al llamar la atención sobre este formidable artículo que firma Andrés Arell-Báez en FORBES México. Se trata de que ya cumplimos diez años desde que el partigazo de Lehman Brothers sonara como la corneta del inicio de lo que se pronosticó el final del capitalismo. Arell-Báez empieza parte de una sensata diferenciación entre capitalismo y su culminación, el neoliberalismo. Apoyandos en varias citas de gente experta, el artículo describe la barbaridad financiera que ha desarrollado el afán de beneficio a cualquier precio que caracteriza siempre al capitalismo, pero que ha llegado al paroxismo con la bestialidad neoliberal. En los últimos tiempos, esto ha desembocado en una acumiulación de dinero -en su mayor parte, demás, especulativo, contable, ficticio- que otorga un poder absoluto a la oligarquía. Sin embargo, todo indica que al neoliberalismo que riza el rizo, no negando ya la necesidad de lo público, sino invadiendo y saqueando lo público, no será fácil descabalgarlo.