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martes, 30 de abril de 2024 07:34h.
oligarquía
Economía

Renovables en Canarias, si no hay más remedio, pero para la oligarquía

El titular del reportaje de Francisco José Fajardo es por demás elocuente: "Red Eléctrica alaba la política de renovables en Canarias". Claro. Porque la política coordinada, aunque lo disimulen- de Paulino y Soria es evidente. Ya que el fenómeno de las renovables es imparable en el mundo, a tal punto que ni siquiera el gas podría permitir que se mantenga el actual boicot oficial a las tecnologías energéticas limpias, entonces mantengamos la producción en manos de las grandes empresas. Mantenbgamos el monopolio de hecho, a ser posible -y ya hacen lo necesario para que lo sea- en una empres afín. 

Firmas

Análisis económico sobre la crisis: beneficios de la oligarquía bancaria y medidas hacia la solución - por Teodoro Santana Nelson

No es la luz al final del túnel, es un tren en dirección contraria. Recuerdo oír este pequeño chiste sobre la economía española; la verdad, es bastante descriptivo. La situación cada vez es más crítica; sólo da visos de empeorar. Repaso aquí algunos elementos de la economía española y como no estamos saliendo de la crisis.

Firmas

La oligarquía española y el dominio del sistema - por Teodoro Santana Nelson

Si la historia de España en los últimos 150 años se caracteriza por algo, es por una oligarquía burguesa cerrada donde perviven elementos feudales. Constituida como una serie de camarillas a lo largo de estos últimos dos siglos, poco a poco se va perfilando hasta convertirse en una inmensa camarilla organizada en el partido conservador de Cánovas, y finalmente en partidos de masas con la república. Partidos que adquirirán las características más retrógradas de ambas clases: el catolicismo y el fascismo.

Comunicados

La oligarquía se mueve


Para Asamblea por Tenerife la constitución de la plataforma Tenerife se Mueve significa un intento más de la oligarquía económica y política tinerfeña de confundir los intereses de “nuestras” grandes empresas con los de la gran mayoría de la población. Desde las instituciones públicas se ha fomentado con éxito la falacia de que los intereses privados, de empresas, de constructores y hoteleros, de quienes hacen negocio con la sanidad, de dueños de navieras y compañías aéreas, lo son también de las clases populares y trabajadoras.