El ESEKEN-TAGARAGUNCHE reproduce este clarificador reportaje de Beatriz Triper en EL ECONOMISTA. Un trabajo que deberían leer con atención y meditación los responsables de la inspección tributaria. Que apunta sus miras y sus desvelos sancionadores precisamente hacia las áreas dónde el delito se produce menos, las pymes, autónomos y personas físicas asalariadas, en tanto que no mira hacia dónde se encuentra el meollo del problema, las grandes empresas. Claro que, pensándolo bien, esos responsables saben muy bien qué está ocurriendo.