Atención. Que nadie se crea que este artículo que Antonio González Vieítez publica en EL DIARIO y en la ínclita página de Juan García Luján SOMOS NADIE, es una diatriba más contra las obtusas normas electorales canarias. Con la intención -que cristaliza- de desarmar las tesis de defensa de las circunscripciones electorales, Antonio despliega un rápido pero certero anaílsis de la realidad canaria. Una realidad en que la tecnología y el desarrollo consigue difumunar kis hechos insulares, pero en la que la ceguera suicida impide desechar las rivalidades. Antonio demuestra que Canarias es una, por mucho que se empeñen en contra las y los totorotas. Un texto que es imperativo leer y reflexionar. Que alguien se lo susrre en sueños a Casimiro o a Alonso, a ver si dejan sus toletadas. Porque está clarísimo que lustros de vigencia de las desigualdades electorales, en aras de la "triple paridad" eso no ha servido -según dicen las propias voces insularistas- para aliviar las situaciones de agravio.

Antonio González Vieítez nos deja otra gratificante prueba de que sus ya felizmente superados males no afectaron en absoluto su claridad de criterio. En este lúcido artículo que publica en el SOMOS NADIE de Juan García Luján; y en EL DIARIO CANARIAS AHORA, González Vieítez sale al paso de la nueva cafrada que urde el taimado Kiessling, que se propone montar otro imperio -suyo- en el sufrido itsmo que une Santa Catalina con el Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria. El artículo señala a Kiessling, y a la gente olvidadiza, que la primera incursión de la ciudad y su puerto en el turismo de sol y playa, allá por los sesentas, por una gracia del franquista Fraga, por entonces "Soria" del turismo, cosechó un estrepitoso fracaso. Una catástrofe, añado yo, que desarraigó a un montón de familias que componían el tejido social de esa zona, entre Las Canteras y El Refugio, transformando -para mal- un entorno que le daba sentido e identidad a la ciudad y creando focos de marginación por otras partes. Y que sumió a todos esos barrios porteños en un marasmo que le costó décadas superar. Porque, hay que chingarse que tenga que recordarse, Las Palmas de Gran Canaria y sus Las Canteras y Alcaravaneras gozan de una personalidad playera peculiar, que no las hace aptas para el negocio turístico convencional en ese posicionamiento estratégico. La ciudad tiene una vocación de ser destino de cultura y sensaciones, muy distintos de los que enfoca el inefable Kiessling, anet la pasividad de la simplonería insular. El siamés frustrado no se ha enterado, y menos mal que gente como González Vieítez se lo indica, de que el Puerto de la Luz no es el Puerto de la Cruz. Y de que las trastadas que le permiten hacer por unos pagos, encontrarán el justo cuestionamiento por otros. Por mi parte, yo, Chema Tante, le digo a Kiessling, respecto al segundo de sus proyectos, el teleférico a La Isleta (Achamán nos valga) que la coñona copla popular canta con acierto: "que el sexto mandamiento, manda no funicular".

Magnífico análisis, con diagnóstico y propuestas de solución, que hace Antonio González-Vieítez en el SOMOS NADIE de Juan Garcúján, en LA OPINIÓN y en LA PROVINCIA sobre la desastrosa situación del plátano canario. Un desastre tanto más indignante cuante es absolutamente remediable, porque se debe, sin más, a la estupidez comgénita de quienes dirigen las empresas en Canarias. A las propuestas de González-Vieítez yo, Chema Tante, añadiré mi insistencia en que la comercialización del plátano de Canarias modifique al alza la estrategia de posicionamiento del producto, colocándolop en un segmento premium, de alta calidad. Esa es la única manera de mantener los precios a que obligan los costes de nuestra agricultura . Unos costes que no resiste comparación con los de otras zonasd e producción.

En el SOMOS NADIE de Juan García Luján o en EL DIARIO CANARIAS AHORA, Antonio González Vieítez toma la palabra de nuevo para defender los intereses colectivos frente a la codicia empresarial particular. En este caso, se trata de la estrafalaria idea de instalar un teleférico en La Isleta grancanaria. Un nuevo intento que sumar a la multitud de apropiaciones indebidas por el sector privado, que malbarata y destruye recursos que pertenecen a todo el pueblo canario -y de toda la Humanidad- para el único beneficio de unas pocas personas. Un artículo que confirma la feliz recuperación de otro valor patrimonial del pueblo canario, Antonio González Vieítez, para general satisfacción.

Obligada lectura. La admoniciónm, que se repite, creo yo, con excesiva alegría, es plenamente oportuno en cuanto a este soberbio artículo de Antonio González Vieítez en EL DIARIO CANARIAS AHORA y en LA PROVINCIA. González Vietez desenmascara las argucias del genuflexo Clavijo para retomar las politicas de las AIT. El insularismo, al servicio de las oligarquias insulares y de los inversionistas depredadores externos. Con ácido sarcasmo, el artículo compara el modelo anhelado por las AIt y por las hordas coalicioneras, con el sistema de antes de la conquista.

Antonio González Viéitez ya está de nuevo, felizmente, en el terrero de la opinión, bregando por la clarificación de los conceptos. En este artículo en LA PROVINCIA y EL DIARIO CANARIAS AHORA, Antonio le mete la vela al huracán suscitado por los cuestionamientos que suscita un sistema electoral obtuso, diseñado únicamente para comprar voluntades y fortalecer la hegemonía injusta de unos partidos políticos. Y nuestro hombre advierte de que esta mala maña agrede al futuro de Canarias, porque impide la necesaria unidad. Y no olvida tampco el artículo advertir sobre los perjuicios que ocasionará a esa unidad la Ley de Suelo.

"Una clase de ingeniería financiera por el siempre buen didacta y mejor persona", dice Paqui Pérez, cuando rescata y recomienda, vía Francisco Morote, de ATTAC Canarias, este vídeo de 2012, antes de que al tan querido Antonio González Viéitez le atacara el devastador mal del que por fortuna parece estar recuperándose.

"Vuelve un insularismo rampante que va a romper el conjunto de Canarias. Con cosas como la triple paridad o el reparto del ITE están mordisqueando la integridad de Canarias, y eso hay que denunciarlo a tope. Hay que defender a Gran Canaria, pero no solamente a ella. Gran Canaria es importante, pero solo una parte, los canarios somos de las siete islas"  Ya he comentado, con Juan García Luján la presencia y mensaje de Antonio González Viéitez en el momento de recibir su nombramiento más que merecido como Hijo Predilecto de Gran Canaria. Ahora, Antonio Aguado destaca la entrevista que LA PROVINCIA, lamentablemente, con la ceguera que caracteriza a quienes quienes tarifar la información digital, ofrece en privado.

Da mucha alegría ver que Antonio González Vieitez se va recuperando de sus graves achaques de salud. Pero, sobre todo, comprobar que sus males no han afectado ni la claridad de su mente ni su grado de compromiso con la gente desamparada ni con Canarias. Juan García Luján glosa y reproduce en su SOMOS NADIE las palabras que González Vieítez dijo este viernes 18, cuando recogió su más que mercecido nombramiento de Hijo Predilecto de Gran Canaria. Cuando le distinguen, Antonio se acuerda de la gente que lo está pasando mal por la agresión austeritaria neoliberal.y de quienes luchan en la defensa de esta gente que sufre.

Como es imposible colocar todas las fotos, represento a estas personas e instituciones en el llorado Adolfo Santana

Antonio González Vieítez, Koldobi Velasco, Mara González, Roque Calero, Beátriz González López Valcárcel, Hahni Mhaidli, Juan Jiménez Santana, Saro León, IES Pérez Galdós, CENCOSU, Asociación Gay y Lesbianas Asociados del Yumbo, Club Balonmano Remudas Islas de Gran Canaria, Antonio Betancort, Club Escandinavo, Luis Mateo López Rivero y el poeta Adolfo Santana, a título póstumo, es la nómina de distinciones que el Cabildo de Gran Canaria se propone conceder. Nunca esta lista estuvo tan plena de aciertos, de nombres ilustres, de merecimiento. Y añadiré que muchas de estas distinciones tienen un fuerte simbolismo de las preocupaciones sociales y ambientales de la gente que maneja el cabildo grancanario. Honor a quienes reciben las distinciones, honor a quienes las otorgan con tanto tino.