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sábado, 20 de abril de 2024 01:42h.

Éxito legítimo y satisfactorio de los Puertos de Las Palmas; fracaso doloso del de Santa Cruz de Tenerife

La lectura de esta información servida por CANARIAS 7 inspira sentimientos encontrados. Y, allá, en el sur de Tenerife... Granadilla

Por un lado, la natural satisfacción y alegría por el éxito del querido Puerto de La luz y Las Palmas. Por el otro, irritación por el fracaso del no menos querido Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Porque los buenos resultados del puerto gran canario tienen dos origenes, ambos lícitos por igual. Uno de ellos, el esfuerzo combinado de todos los protagonistas de la operación portuaria, empresas y profesionales de la estiba, consignatarios y agentes de aduana, usuarios, instituciones empresariales y sector oficial, que saben colaborar para prestar un buen servicio y promocionar adecuadamente su puerto.

Pero, sin que lo empañe un ápice, ese éxito contiene otro elemento, doloso por parte de sus responsables. Quienes intervienen en la operación del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, los correlativos empresas y profesionales de la estiba, consignatarios y agentes de aduana, usuarios, instituciones empresariales y sector oficial. Todos estos, que en Tenerife se han dedicado con criminal ardor, a cantar los defectos de un puerto que estaba en las mejores condiciones y que se ha visto reducido a la triste condición de puerto interinsular de cabotaje, que recibe y manda su mercancía vía Puerto de la Luz y Las Palmas. Y, además, ha renunciado a la promoción del tráfico de trasbordo de contenedores. Una campaña terrible, con el único fin de justificar el Puerto de Granadilla que, ahora y para escarnio definitivo se confirma que solamente se construye para instalar una regasificadora. Una campaña suicida de la que se ha aprovechado, con todo derecho y sin ninguna culpa el otro gran puerto canario.

Encaramado a mi humilde cajón de La Casa de mi tía, yo le pregunto a toda esta gente, en especial a quienes dirigen a los estibadores tinerfeños, si ha valido la pena asumir y secundar el gran engaño.

Yo sé que toda esta insalla de desaprensivos se parapetan tras la acomodable excusa de la crisis. Pero tanto ellos como la población canaria tiene que mirar para el Puerto de La Luz y Las Palmas y deplorar que se haya perdido un puerto. Que ahora solamente tengamos uno, magnífico, cuando antes teníamos dos.

http://canarias7.es/articulo.cfm?id=264769