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miércoles, 15 de mayo de 2024 00:00h.

Jaque mate - por Paco Déniz

El deterioro de la legitimidad de la Monarquía, el auge de la protesta social, el varapalo electoral de las europeas hacia los partidos que apoyan el sistema, y el proceso soberanista catalán, son cuestiones que tienen un recorrido y calado considerable, que de seguro han hecho que el rey de algunos españoles le ceda la diadema a su hijo.

El almendrero de Nicolás

Jaque mate - por Paco Déniz

El deterioro de la legitimidad de la Monarquía, el auge de la protesta social, el varapalo electoral de las europeas hacia los partidos que apoyan el sistema, y el proceso soberanista catalán, son cuestiones que tienen un recorrido y calado considerable, que de seguro han hecho que el rey de algunos españoles le ceda la diadema a su hijo. Hemos de tener en cuenta que los próximos dos años van a estar moviditos con la sentencia de algunos juicios por corrupción, con elecciones a quemarropa, con la movilización, ¡por fin! del electorado joven y crítico, y con el descrédito institucional en aumento. Un buen momento para mandarse a mudar. Además, lo bueno que tiene no ser rey es que si estás resacado te puedes quedar en tu casa. Y eso, aunque no lo parezca, es un motivo para abdicar de toda responsabilidad matutina.

La abdicación debería ser un fenómeno total, ponerse de moda, y practicarla el empresariado que se declara en concurso de acreedores para no pagar a sus trabajadores, la Iglesia para dejar de molestar a los chiquillos, y sobre todo, y debido a su parecido con Aznar, debería abdicar Soria. Eso es lo que en la calle se pide: abdicación total. En fin, que puestos a abdicar, deberíamos abdicar de la Constitución y resetear un nuevo proceso constituyente para reconstruir la sociedad en la que vivimos, pues ya no da resultado, sino todo lo contrario. Lástima la actitud claudicante del PSOE. Ellos garantizan la mayoría absoluta para que no haya referéndum, ni advenimiento republicano, mostrando lealtad a Rajoy y a Felipe VI. El problema del PSOE no es de liderazgo, su problema que no tiene espacio político y, por consiguiente: razón de ser.

Sólo habrá un sector que saldrá beneficiado de todo esto: las revistas del corazón, que desplegarán todos sus medios el día de la coronación. Allí se concentrarán multitud de aduladores y se derrochará imaginación en los modelitos que vestirán para semejante acontecimiento. Y comenzará una campaña de legitimidad hacia la Corona para procurar que el jaque mate se quede sólo en jaque. Y volveremos a sufrir de jaqueca otros treinta años más. A no ser que también abdique Felipe VI, lo cual sería un detalle.

Paco Déniz