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martes, 14 de mayo de 2024 16:53h.

Luz verde a la juventud - por Nicolás Guerra Aguiar


Va a permitirme mi admirado condiscípulo de aula Salvador Sagaseta (a quien despedí en el tanatorio envuelto él en la tricolor republicana) que tome prestado el título de su página de Diario de Las Palmas allá en 1966 para dar nombre a este artículo. En el Preuniversitario de Letras él aun era un pollillo de diecinueve años, aunque tempranamente comenzó su deambular por juzgados militares acusado de <<injurias a las Fuerzas Armadas de España>>, pues había publicado el poema de Pedro Lezcano, Consejo de paz, una de cuyas estrofas es señalada digitalmente por el cantante-protesta Antoin.

Luz verde a la juventud - por Nicolás Guerra Aguiar

Va a permitirme mi admirado condiscípulo de aula Salvador Sagaseta (a quien despedí en el tanatorio envuelto él en la tricolor republicana) que tome prestado el título de su página de Diario de Las Palmas allá en 1966 para dar nombre a este artículo. En el Preuniversitario de Letras él aun era un pollillo de diecinueve años, aunque tempranamente comenzó su deambular por juzgados militares acusado de <>, pues había publicado el poema de Pedro Lezcano, Consejo de paz, una de cuyas estrofas es señalada digitalmente por el cantante-protesta Antoin.

Pero no solo Salvador reclama luz verde a la juventud. Ya en lo iniciales años del siglo XX un componente de la Generación del 98, José Martínez Ruiz, Azorín, pide que se les dé paso a los jóvenes intelectuales (futuros componentes de la Generación del 14 o novecentistas, Ortega, Pérez de Ayala, Miró, Azaña, Marañón…), más formados que los anterioresy sobre todo europeizados, y eso que se refiere a Unamuno, Antonio Machado, Baroja, Valle-Inclán…

  Hace unos días las bases del PSOE, a través de una encuesta, dejan claro el mismo planteamiento: el anteayer que representa el señor Pérez Rubalcaba ha de pasar página y retirarse definitivamente del poder en el Partido, pues el próximo candidato debe ser Eduardo Madina, 36 años, político socialista del País Vasco, elegido por el Foro De Davos (World Economic Forum) como uno de los más importantes jóvenes líderes mundiales en un listado de ciento noventa nombres.

En esta encuesta, el anterior candidato a la presidencia del Gobierno y hoy jefe de la oposición, señor Rubalcaba, ocupa uno de los últimos puestos en la valoración que sobre él hacen los militantes, todos, insisto, miembros del PSOE sin responsabilidades y, por tanto, sin favores adeudados. Por el contrario, líderes como los señores López (52 años) y Gómez (44 años), secretarios regionales del País Vasco y Madrid, respectivamente, son mejor valorados que el secretario general.

¿Qué rechazan los encuestados? Por ejemplo, que la Comisión Ejecutiva Federal no responda a los intereses del Partido, sino a los del señor Rubalcaba. Por tanto, actúa casi siempre según conveniencias personales y no generales porque, además, no representa a todas las corrientes internas ni, por supuesto, consulta a las bases ante decisiones de gran importancia. Por otra parte, casi un ochenta por ciento considera que la oposición al Gobierno es mala o muy mala. El Partido, denuncian, está aislado de la realidad social, ajeno totalmente a los ciudadanos y a sus problemas diarios. Y en las manifestaciones –sumo- está representado por una especie de comité de tercera o cuarta filas, agrupados sus componentes tras algunas banderas pero como elemento de añadido provisional, coyuntural, para cumplir, pero aislado, incluso hasta en soledad.

En conclusión, y a la vista está, hasta cargado de contradicciones que desorientan a los ciudadanos. Es el caso, por ejemplo, de las peticiones que formularon el PP (comisión de investigación) y NC (comisión de estudio) en el Parlamento de Canarias para conocer las causas del prolongado incendio en Gomera. Los psocialistas  votan con CC en contra de tales investigaciones o estudios. Sin embargo, en la Isla colombina el Cabildo (gobernado por el PSC) aprueba la creación de una comisión que estudie las causas del incendio. ¿Por qué en la Isla sí y en el Parlamento no?

Aquel joven vasco de 36 años, Eduardo Madina, nacido en las Juventudes Socialistas, especialista en relaciones internacionales, conferenciante por Europa, víctima de una bomba terrorista etarra que le amputó la pierna izquierda (nunca quiso protección policial), diputado por Vizcaya con 28 años, defiende la negociación con ETA para extirpar su violencia. Hoy es miembro de los órganos de poder en el PSOE.

He aquí lo que no solo el PSOE necesita (pero este, urgentemente): la renovación absoluta de todos aquellos que llevan demasiados años en la política (los señores Guerra González –PSOE-; Ramírez Marrero -AC-CC-NC-; Soriano Benítez de Lugo --UCD-PP-; Rivero Baute -ATI-CC-; Castro Cordobez -API-AIC-CC- y muchos más viven en ella desde 1979). Bien es cierto que muchas veces se justifica la continuidad porque han adquirido experiencia, veteranía, y tales enseñanzas acumuladas valen para el servicio a España y a Canarias. Sí, en efecto, son personas experimentadas. Pero no olvidemos algo fundamental: salvo que fueran mandos en la etapa franquista, ninguno de ellos tenía práctica en tales menesteres, la fueron adquiriendo en el ejercicio.

Estoy plenamente convencido: tal como la página de Salvador, las palabras de Azorín o los resultados de la encuesta, los veteranos ya experimentadísimos deben abandonar la política y han de dejar paso a la gente nueva, formada, educada, aprendida incluso en las Juventudes de sus partidos.  Tienen el inconveniente de que pueden llegar investidos, sin darse cuenta, de vicios internos y ejemplos nada recomendables por su militancia. Pero mientras no haya  asociaciones ciudadanas ajenas a partidos políticos, hemos de aceptar lo que hay.

Así pues, luz verde a la juventud. Al menos, cabe la ilusión de que al ser víctimas de un sistema corruptor y corrompido, ya saben lo que no deben hacer.  Hay en ellos nuevas ideas, quizás hasta utopías. Pero llegan con ilusión. Dejémosles paso urgentemente. Eduardo Madina seduce y convence, es joven, muy inteligente, de izquierdas, serio y riguroso, conoce la política desde dentro y, además, por experiencia ajena sabe lo que no es correcto. Algo brilla allá al fondo.