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miércoles, 15 de mayo de 2024 16:13h.

Una refinería en el centro - por José Manuel Corrales

“¿En el centro de dónde?”, “¿Eso es imposible?”, “¿A qué se refiere este artículo?” “¿En el centro de mi ciudad?”… En el centro de la mía, en el centro de todo,  pero tranquilos, ahora les explico:

Una refinería en el centro - por José Manuel Corrales

“¿En el centro de dónde?”, “¿Eso es imposible?”, “¿A qué se refiere este artículo?” “¿En el centro de mi ciudad?”… En el centro de la mía, en el centro de todo,  pero tranquilos, ahora les explico:

Nos han robado las palabras, miles de pruebas del delito se pueden encontrar en estos años de esta “estafa” mal llamada “crisis”, en esta “dictadura del capitalismo” mal llamada “democracia”. Vivimos en un mundo en el que los “gobiernos” no gobiernan si no que están gobernados por empresas hasta el punto de ser capaces de decir que una refinería no mata… lo que pasa es que adelanta la muerte… Mil y un ejercicios de neolengua, el idioma que utiliza el capitalismo para manipular nuestros cerebros

Creo que uno de los capítulos de Salvados que mejor traduce el capitalismo fue del #LobbyFeroz sobre los grupos de presión o lobbies de las empresas transnacionales que consiguen que la legislación se adapte a sus intereses y no a los de la ciudadanía.

Eso es lo que el feroz lobby energético, el lobby químico, el del petróleo han logrado con la legislación europea sobre contaminación, incompleta y, sobre todo confusa, con herramientas para que las industrias más contaminantes del mundo aleguen que cumplen con los límites impuestos cuando no sólo es completamente falso sino que esos límites están muy por encima de los necesarios para asegurare la salud.

Cepsa y los gobiernos a su servicio aseguran que el número de superaciones horarias permitidas al año (24 para el SO2, cuya fuente atropogénica principal son, sin duda, las centrales petro-químicas y no es el único contaminante del que son responsables) tienen que ser en una sola de las estaciones medidoras de calidad del aire, que no se suman las superaciones en otras estaciones aunque hayan sido en horas y días diferentes. Este argumento que va en contra de la lógica no se desmonta en la legislación, pero sí en las diferentes aclaraciones que ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente y la propia Unión Europea pero claro, la Ley sigue siendo convenientemente confusa mientras en Santa Cruz de Tenerife, gracias a la contaminación de la refinería, se han superado en 381 ocasiones durante la última década este límite horario y en 11 el umbral de alerta a la población sin que nadie haya avisado a nadie.

Por eso cuando les digo que Santa Cruz de Tenerife es una de las ciudades más “contaminadas” de Europa no me refiero, exclusivamente, a los efectos provocados por el caso único de ser una capital con una refinería en pleno centro urbano. Cuando digo “contaminada” me refiero a toda la extensión de la palabra: Santa Cruz es el ejemplo de lo literalmente tóxico que es el capitalismo y de las muertes que literalmente provoca. Santa Cruz de Tenerife no sólo tiene decenas de casos de corrupción en los tribunales (Teresitas, Forum, Parque Marítimo, García Cabrera, Siliuto…) también una refinería de Cepsa que no sólo está en el “centro” de la ciudad si no que es el “centro”, como cualquier otro ejemplo, del que parte todo este sistema corrupto; cientos, miles, millones, infinitos centros de una enfermedad, el capitalismo voraz, que se extiende por todo el Mundo y que bien podría representar este mapa si no fuera ‘sólo’ de contaminación por SO2.

Ya son varios estudios científicos realizados en la isla por equipos de investigación de relevancia internacional que demuestran la relación directa entre la contaminación de la refinería de Santa Cruz de Tenerife, y por tanto de industrias similares, y graves cardiopatías e incluso mortalidad y morbilidad. Estudios vitales ya que la históricaDenuncia de Fiscalía contra la contaminación de esta refinería, deja claro que, según el artículo 325 del Código Penal, no hace falta demostrar los daños a la salud sino que, si se demuestra que existe un riesgo grave a la salud, existe delito.  Pero ya, en 2009, dejaba claro el trabajo en Santa Cruz de Tenerife del prestigioso Ecotox de la Universidad de Santiago de Compostela la necesidad de hacer estudios epidemiológicos y específicos por parte de las administraciones públicas (esas administraciones públicas que pagan estudios y no presentan los datos) para enfrentar las graves y altas concentraciones de contaminantes que, según los investigadores “es indudable que su origen es la refinería”. El Ecotox invitaba a instalar nuevas estaciones medidoras de calidad del aire y recolocarlas en los lugares más adecuados. Todavía hoy el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Gobierno de Canarias no quieren ponerse de acuerdo en poner una estación en uno de los lugares de mayor concentración de tóxicos, el Parque Marítimo, espacio de titularidad municipal, pese a reconocernos en una reciente reunión que, como remarcaba el Ecotox, es necesario. Estaciones medidoras, por cierto, que no son controladas por el Gobierno canario. La mitad están bajo el control y supervisión de la propia empresa a la que se supone que se controla, Cepsa(y las que están junto a las centrales eléctricas de las Islas, como no, por Unelco-Endesa). Es decir, el lobo cuidando a las gallinas. Pero puede ser aún peor: Las que están bajo control y supervisión del Gobierno de Canarias, no lo están… están privatizadas y la empresa que las gestiona, Ingenieros Asesores, no sólo trabaja para centrales nucleares, y para las mayores empresas contaminantes del Mundo si no que, además, ha participado en las propias Declaraciones de Impacto Ambiental realizadas por la refinería de Cepsa en Tenerife. 

Y es que la Dictadura del Capitalismo no suele matar a quemarropa, al menos dentro de sus artificiales fronteras, a no ser en esas ocasiones en las que se quita la careta. Es más ‘inteligente’, mata poco a poco, a escondidas, pero mata sin escrúpulos si es necesario para mantener su status.

Cuando el ministro José Manuel Soria y presidente del PP canario viene a las Islas no viene a ver lo que sus políticas de recortes han provocado en los bolsillos de la ciudadanía, viene a ver como se han llenado los bolsillos de losamigos y por eso no se puede permitir dejar de visitar a su refinería; mucho le debe el PP a la industria contaminante de Cepsa, quizá el partido que más le deba, pero no el único…CC y PSOE también le tienen que agradecer a la refinería su ayuda, no sólo en campaña, si no al patrocinio continuo de actividades municipales, desde deportes a carnavales, pasando por cínicas actividades ¡medioambientales! para niños,  opio para mantener dormido a un pueblo que se niega ahora a tragarse patrañas ahora que se pone negro sobre blanco que la refinería mata. Por eso el Gobierno de Canarias (CC-PSOE) defiende con la mano izquierda un NO a las prospecciones petrolíferas en Canarias, un ‘no’ a la posible contaminación que compartimos, con un SÍ rotundo a la refinería de petróleo en el que el daño medioambiental y a la Salud está ya comprobado.

Por todo lo anterior tenemos la obligación de personarnos en el ‘caso refinería’. Pero no nos vamos a quedar ahí: tenemos claro que no queremos la contaminación en nuestras casas, pero tampoco queremos que, cuando se vaya la refineria, ese más de millón de metros cuadrados sea pasto de los tiburones especuladores del ladrillo, esos nombres y apellidos del capitalismo, pues no se trata de un monstruo imposible de identificar y seguro que sabe ponerle cara en su ciudad. En Santa Cruz de Tenerife no sólo tenemos una oportunidad de de multiplicar exponencialmente los puestos de trabajo que ahora genera la industria contaminante, en manos de los jeques de Abu Dhabi que buscan países menos restrictivos para llevarse la petroquímica en una práctica definitoria del Capitalismo asesino, si no de crear un nuevo concepto de ciudad, tan respetuosa con el medioambiente como capaz de acoger los sueños de la ciudadanía y en esto estamos trabajando, en recuperar el concepto de política, del griegopolitikós, “relativo a la ciudad, al ciudadano”. Queremos una ciudad para la ciudadanía, no para que revienten de nuevo los bolsillos de los cuatro de siempre. Una ciudad en “democracia”, que su verdadero gobierno sea el pueblo, no los nombres y apellidos de la “dictadura del capitalismo”. Y ese centro de la ciudad, cualquiera que sea su nombre, esté dónde esté, lo construiremos entre todas y todos.

José Manuel Corrales es concejal de Por Tenerife-Verdes en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife