La casa de mi tía
La recomendación -reciente, pero repetida- del Fondo Monetario Internacional al gobierno del estado español, de que se rebajen los salarios en un diez por ciento, tenía la cínica justificación del relanzamiento económico y la creación de empleo que se generarían, porque las empresas dedicarían los recursos a bajar precios y a inversión. Si no fuera por lo trágico del asunto, esto provocaría una carcajada general. Todo el mundo sabe, por la experiencia directa, que las empresas dirigen directamente lo que se ahorran en salarios, a sus cuentas de resultados. En su blog PIJUS ECONOMICUS, Alberto Garzón aportaba, hace ahora un año, los datos teóricos.