La crisis climática y la “ecología conservadora” en Italia - por Pedro Castrillo
La eterna diatriba sobre la reforma de la ley electoral en Canarias centra la atención de Enrique Bethencourt en este análisis que publica EL DIARIO CANARIAS AHORA. Bethencourt se irrita, con santa razón, ante el inmovilismo cerril de algunas fuerzas políticas ante esta cuestión. Y es que, esto no lo justifica, pero lo explica, resulta muy difícil aceptar que se cambie una ley que le favorece a uno. Aunque no favorezca a la democracia.
Juan Miguel Mena, concejal de Sí se puede en La Laguna, lamenta el rechazo a la moción promovida por el Colectivo Harimaguada y apoyada por la Plataforma Unitaria por el Derecho al Aborto libre, legal, seguro y gratuito, para frenar la reforma Gallardón y mejorar las vigentes medidas de protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Las acepciones que la RAE da para estos dos términos son las siguientes: para reaccionario “que propende a restablecer lo abolido”; “opuesto a las innovaciones”; “tendencia tradicionalista”. Para conservador “dicho de una persona, de un partido, de un gobierno, etc. Especialmente favorables a la continuidad en las formas de vida colectiva y adversas a los cambios bruscos o radicales”. Cualquiera de las dos definiciones encaja en la izquierda actual a tenor de la exposición siguiente.