Paul Craig Roberts en IPE INSTITUTO DE POLÍTICA ECONÓMICA  informa sobre esta medida poco difundida de que la CDC. oficina oficial USA de prevención sanitaria, cuestionan la efectividad de los PCR y de las propias vacunas. Lo señala Federico Aguilera Klink y yo, Chema Tante, lo comento

 José Antonio Gómez en DIARIO 16 da cuenta de las infamantes cifras que registra la Justicia del estado español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, repito de nuevo que una de las pruebas más resonantes de la ausencia de democracia, ni plena ni auténtica, es el desprecio sistemático de la Justicia por la justicia de verdad. Porque se trata de una Justicia infectada por el fanatismo ideológico, la ignorancia y la intolerancia, que ha heredado del franqusimo.

Antonio Turiel publicaba en su web THE OIL CRASH, en abril pasado este artículo que señala Federico Aguilera Klink. Turiel trata del encarecimiento progresivo que están experimentando los suministros industriales y explica, una vez más que ello es consecuencia del agotamiento de la producción de petróleo. Dice Turiel algo que Aguilera Klink, como yo, Chema Tante y tanta gente venimos diciendo hace tanto tiempo. El problema principal de la economía no es la forma de generación de la energía, sino el derroche. Una economía que depende del exceso de consumo, para obtener mayores beneficios no es sostenible. Y. en Canarias, es urgente y necesario cambiar inmediatamente todos los criterios estratégicos. Proyectos como Salto de Chira o Fonsalía o el turismo de masas, deben ser elimnados.

Laurent Guyénot publicaba en 2018 en THE UNZ REVIEW  este importante texto, que parte del celebrado libro de Thierry Meissan "9/11 The Big Lie". Lo señala Federico Aguilera Klink, que se confiesa "impactadísimo" por mestas revelaciones. Y yo, Chema Tante, digo que ni el prestigioso catedrático ni yo somos sopechosos de antisemitismo, y que lo que sostiene Guyénot no va contra el pueblo judío, sino contra el gobierno de Israel. Ni siquiera es posible pronunciarse sobre estas acusaciones. Sin embargo, la experiencia histórica nos muestra que los gobiernos USA y muchos del resto del mundo, mienten por sistema. Y que las maniobras siniestras de los gobiernos USA e Israel son continuadas. Y que la información sobre los sucesos del 11 S son muy oscuras. Y que los hechos en sí resultan muy misteriosos, Y que, en fin, los acontecimientos posteriores demuestran a quién beneficiaron aquellas agresiones. Y, desde luego, sin olvidar el detallito de los 2.300 millones de dólares que se volatilizaron... Por todo ello, es necesario atender a todas estas acusaciones que, en principio, parecen al menos más lógicas que las presentadas oficialmente.  Es posible que algún día se conozca la verdad. Y ustedes que lo vean.

Vicenç Navarro en PÚBLICO y en su web personal sale al paso de toda una operación promovida por la oligarquía, de lavar la imagen del levantamiento franquista, por la vía de repetir las mentiras sobre un supuesto caos social en tiempos de la República, que justificó la insurrección y produjo un enfrentamiento entre bandos comparables. Lo señala Francisco Morote, de Attac Canarias. Y yo, Chema Tante, no me cansaré de repetir de nuevo que la llamada guerra civil fue una agresión de la oligarquía que se levantó contra una república legal y democrática a la que redujo con las armas nazi fascista y con tropas coloniales y mercenarias, en tanto que los cachorros de esa misma oligarquía robaban, vejaban, torturaban y asesinaban a la gebte demócrata. De iguales, nada. Eran los caciques contra el pueblo. Y lo que ha seguido, ochenta años más tarde, es la continuación de aquella brutalidad.

Marjorie Cohn, en TRUTHOUT  analiza el desastre USA/OTAN en Afganistán desde un punto de vista distinto al de lo publicado hasta ahora. Porque se trata, dice Cohn, de una operación que violó la Carta de Naciones Unidas. Lo señala Luis Portillo Pasqual del Riquelme y yo, Chema Tante, agrego que s¡este aspecto abre un campo importante de reflexión sobre el nulo caso que las llamdas democracias le conceden a la ONU y a los acuerdos internacionales que firman.