Finnian Cunningham en STRATEGIC CULTURE aplica el siempre útil resorte de razonamiento Cui prodest, ¿A quíén beneficia? para analizar los oportunos pero sospechosos atentados de Kabul. En la línea de lo que dice Caitlin Johnstone en su web todo indica que los sangrientos, inhumanos atentados contra población civil afgana fueron perpetrados con el aliento y colaboración USA. Lo señala Federico Aguilera Klink. Y yo, Chema Tante, tengo que insistir en la necesidad de denunciar y resistir a la maldad del intervencionismo imperial gringo. Sobre lo que dice Cunningham, pocas dudas. A todo el mundo sorprendió que a las pocas horas de la debacle militar afgana el DAES hubiera podido montar un atentado tan bestia como este. Y no le beneficiaba en nada ansolutamente.
La solidaridad con Barcelona, Cataluña y España pide denunciar a todos los hipócritas venales y banales que rinden pleitesía a Donald Trump y a Arabia Saudita