Federico Aguilera Klink señala este extraordinario artículo de Nafeez Ahmed publicado en INSURGE INTELLIGENCE y, en traducción de Eva Calleja, en REBELIÓN. Y yo, Chema Tante, empezaré por puntualizar que Ahmed dice que "Rebelarse" no es suficiente, pero eso no significa que no sea necesario. La implantación de nuevas formas de relación social que recuperen para el planeta la habitabilidad que está perdiendo y nos rescaten del peligro cierto de extinción como especie, implica sin remedio el rebelarse contra quien tiene la responsabilidad del desaguisado, es decir el neoliberalismo. Nos dice Ahmed que, mientras nos matamos o discriminamos unas personas a otras, disputando por lo recursos, los métodos de producción masivos están destruyendo esos mismos recursos. Por ello, nos recomienda buscar una nueva forma de pensar, partiendo de asumir de una vez que "ellos" somos "nosotros". De manera que hay que resistir, sí, rebelarse, pero empezando por rebelarnos también contra nosotros mismos.
El 29 de junio en el Cabildo de Gran Canaria, Ahmed Bujari, representante del Frente Polisario ante la ONU, ofreció una conferencia contando las maniobras dilatorias que, con la tolerancia pasiva de la ONU y de los estados occidentales responsables, aplica la portencia ocupante del Sáhara, Marruecos, para privar al pueblo saharui de la soberanía que le reconocd la propia ONU. El texto de la conferencia lo publica Juan García Luján en su SOMOS NADIE
Federico Aguilera Klink destaca este artículo de Nafeez Ahmed en INSURGE INTELLIGENCE. Ahmed relata la danza de Europa con el diablo
La enésima polémica en torno a Podemos y su líder Pablo iglesias (y la cosa ya cansa) ha sido a raíz de las declaraciones de éste en un libro sobre la necesidad de regular públicamente los medios de comunicación, estableciendo como ejemplo la “Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador”. Inmediatamente, de manera irreflexiva y en muchos casos desinformada, una terna de periodistas y tertulianos “todólogos” (que opinan de todo y no saben de casi nada) en general comenzaron un linchamiento contra las palabras de Pablo Iglesias basado en simplezas y comparaciones con Cuba, China, Egipto, Venezuela y hasta Corea del Norte.