Eduardo Bayona en PÚBLICO, escribesobre la codicia insaciable de la Curia ecelsiástica, que monetiza rápida y ávidamente las propiedades que inmatriculó. El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado lo señala y comenta

 Eduardo Bayona en PÚBLICO, trata sobre el negociete que tienen montado los mitrados con los inmuebles que robaron y que, encima, se han rehabilitado con perras públicas. Lo señala y comenta el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado

Eduardo Bayona cuenta en PÚBLICO como la gente experta está avisando de que el estado español tiene que entender las cosas y reconvertir sus ideas de la economía. Y yo, Chema Tante, digo que eso será en España, sí. Pero en Canarias, las empresas y quienes gobiernan ya está rezando todo lo que saben para que, en cuanto se supere la  pandemia, seguir con la locura de la construcción y la llegada de millones de turistas. Yo, vengo diciendo hace años, pero, con motivo de la funesta visita del maldito virus, lo he repetido,  recientemente, aquí,  aquí y aquí.

Son tantas, tantas, y tan notables las manifestaciones de putrefacción de este sistema político que sufrimos, que una sola de ellas ya bastaría para justificar una revolución transformadora. Aquí tenemos una de las más repugnantes. Que ua Constitución contemple la impunidad de una persona es una barbaridad. Pero que esa persona la aproveche para enriquecerse de una manera obscena supera los límites de la repugnancia. Aquí, en este artículo de Eduardo Bayona que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado en PÚBLICO, se dicen cosas que se caen por su pura lógica. La ya de por sí inaceptable inviolabilidad real, solamente puede alcanzar a lo que el interfecto haga en el ejercicio de su cargo. Pero que un tipo despreciable reciba comisiones por las negociaciones del estado y que esa comisiones las meta de amatue en una guarid fiscal, hurtando al erario llo que le corresponde, es, insisto, la muestra de que este sistema está podrido. Y conste que esto lo digo yo, Chema Tante, indignado, primero, porque esta gente se mame las perras;  segundo, porque ni poder ejecutivo, ni legislativo, ni judicial hagan nada por aliviar tanta miseria moral y tercero, porque, mientras tanto, la pobreza y el sintechismo crecen en este reino de Felipe el último

Una idea surge desde el principio de la lectura de este artículo de Eduardo Bayona que señala en EL DIARIO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y esa idea es "me suena familiar todo esto". Un deja vu inaguantable. Pero bueno es siempre confirmarlo. Las grandes empresas de este estado español son unas estafadoras fiscales. En el más alto grado que pueda imaginarse. Si, encima, tenemos en cuenta el ya de por sí condescendiente sistema fiscal des este reino de Felipe el último, es fácil hacerse una idea de cómo mejoraría la desastrosa situación social si todas estas empresas pagaran los impuestos que les corresponden. Ahora nos enteramos de que crece el número de empresas que se guarecen en las islas Tortuga de los bUcaneros fiscales. Pero no es que antes fueran menos. Es que ha aumentado el número que el ECOFIN declara como estas guaridas fiscales. Ojo. Que ya lo eran. Lo único que ha cambiado es la declaración de ECOFIN

En PÚBLICO, Eduardo Bayona recuerda algo que nunca debió ser olvidado. Pero que parece que sí se olvida. Al menos, lo digo yo, Chema Tante, eso parece, vista la pasividad de un Gobierno que se dice Progresista ante la banca estafadora. La banca, que se pasa el tiempo llorando por la supuesta pérdida de negocio se ha dedicado a esquilmar a la población de este reino de Felipe el último, con la complicidad de los gobiernos neoliberales y con la indiferencia ahora de una coalición entre un partido que se dice socialista y otros que vienen con la fuerza de la calle y en los que hay gente que se dice comunista. Pero un  gobierno que no se atreve a tocar con una pluma a una de las culpables más estruendosas de esta situación catastrófica en lo social. Ni una sola reacción se ha escuchado de este gobierno ante el definitivo diagnóstico que ha emitido el relator Alston de Naciones Unidas, para la Pobreza. Y una buena reacción sería salir al paso de las fechorías que perpetra la banca estafadora. Y una buena manera de empezar a demostrar la independencia frente a Botín y sus compinches, sería recuperar la banca pública. Le gusta a Calviño y M Montero o no. Rajoy, ya la hizo. Pero Sánchez e Iglesias tienen ahora el deber de recomponer el desstre y empezqr a proteger a la gente desamparada.

Eduardo Bayona, desde PÚBLICO, traslada el mensaje que está lanzando la banca privada del estado español, que dan ganas de llorar. Ganas de llorar, si es que te lo crees, porque, a estas alturas, decir que el negocio de la banca "está gripado" y que por eso tiene que cobrar comisiones, da grima. Porque cobran comisiones exageradas y, a menudo, injustificadas, cuando no ilegales. Es conocido el caso muy frecuente, de que te cargan en cuenta un recibo sin saldo suficiente, para luego devolverlo por esa causa, pero que, como estuvo el apunte unos minutos en la cuenta, ésta quedó en descubierto. Entonces, el banco te cobra un tanto por el descubierto y otro tanto "por la notificación". Si esto no es un robo, a ver qué es. Y si no te gusta, te vas. Pero como te quedes sin cuenta bancaria, entonces eres un paria social. Ni la pensión no contributiva se puede percibir si no tienes una cuenta. Ése es el chantaje. Una locura. Vean el porcentaje de beneficio que se lleva la banca de las comisiones: 15 de 22 es el ¡70 por ciento! A ver qué negocio da ese margen. Y esto es lo que declaran, pero por debajo seguro que hay más y más. El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado no se cree el cuento, claro, y, al señalar el texto de Bayona, lo comenta, abundando en lo que yo, Chema Tante, acabo también de escribir. Estas boberías de la banca privada en el reino de Felipe el último se terminan con la recuperación de la banca pública que Aznar se cargó. La banca pública no encharcará el negocio bancario, sino que lo pondrá en su sitio. Se lo vuelve a decir Aguado, a Sánchez, Iglesias y Garzón: si privatizan Bankia, no podrán llamarse progresistas. 

El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala en PÚBLICO este artículo con el que Eduardo Bayona certifica el declive imparable de la Iglesia Católica. Esto no es una crítica anticlerical, ni un cuestionamiento a las creencias religiosas sinceras de nadie. Hablamos del tremendo desprestigio de una organización que predica la paz, el amor y la solidaridad y sus dirigentes, los cuariales y mitrales hacen exactamente todo lo contrario. Y, como recuerda Bayona, esta entidad mentirosa representa la religión oficiosa de un estado que se declara aconfesional. Por lo tanto, si nunca estuvo justificado el apoyo de todo orden que se le dispensa,  desde el ámbito público, ahora lo está menos que nunca. El Gobierno Progresista, entre tantos deberes que se le plantean, tiene que poner la separación de iglesia y estado entre los primeros.

En PÚBLICO y en la página de ATTAC, Eduardo Bayona vuelve sobre este encolerizante asunto. La bastarda manera en que el estado español favoreció al sector bancario con un rescate para tapar el agujero dejado por el robo y la estafa. Un rescate que entonces se dijo que era retornable. Cuánto me acuerdo yo, Chema Tante, de las asombradas palabras de Goirigolzarri, el de Bankia, diciendo que de eso de devolverlo, nada. Y hay que volver una vez más a decir que si en aquel momento, en lugar de rescatar a la banca botinera para sostener un sistema financiero podrido, se hubieran destinado esos recursos y más a una banca pública como es debido, otra sería la historia ahora.