Es algo que resulta evidente. A la derecha de este estado español le irrita hasta el paroxismo que sea otro quien vaya a gestionar la catarata de dinero que va a caer desde Europa, para paliar los efectos de la devastación por el covid-19. A la derecha le importa poco que a pesar de ser grande, esa cantidad de dinero será insuficiente. Le importa menos que,a demás, las inyecciones de recursos supongan una deuda esclavizadora que, aunque tambien llegue dinero directo, si deuda, encadenará este reino de Felipe el ultimo por muchos años a los designios neoliberales, Lo que desespera a esa derecha es no tener la llave de la caja. porque donde haya perras, la derecha las va a afanar. Lo que le come las entrañas a la derecha española es que un gobierno progresista dedique esos fondos a propósitos sociales, cuando ella podría merendárselos, si estuviera en el poder.De todo esto trata Javier Pérez Royo en EL DIARIO, artículo señalado por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado

Luis Portillo Pasqual del Riquelme señala esta información servida por EFE pero no difundida, que yo haya visto, más que por LA VANGUARDIA. La prensa al servicio del poder no difunde cosas que no interesen al poder, como ea declaración que contiene la nota, por parte de MINURSO (que es la ONU) en el sentido de que no ha tenido noticia de indicio alguno de posible actividad terrorista en la zona. Pero el mentiroso Borrell sigue propalando sus infundios.

Muchos de los estudios e investigaciones de la gente erudita en economía, en trabajo social, en politología devienen innecesarios. Gran parte de las tribulaciones que sufre tanta gente en el estado español, las turbulencias políticas, incluso, los forcejeos de la oligarquía para evitar un gobierno progresista tienen su origen en esto que, otra vez, se demuestra con el reportaje que ofrecen Marina Estévez Torreblanca y Raúl Sánchez en EL DIARIO y en la web de ATTAC CANARIAS. Que muchas, demasiadas empresas españolas o multinacionales que operan en el imperio español son unas filibusteras tramposas. Porque no pagan sus impuestos. Claman y lloran ante la más mínima posibilidad de que en este estado se implante una esquema fiscal equitativo. Pero es que ni siquiera pagan lo que les corresponde con este actualmente en vigor. Y clao, como las empresas grandes no pagan, y el sector público debe mantenerse, es la gente corriente y moliente la qiue paga el pato. Y la pata.

Menos mal que llegó, aunque llegara tarde y llegara incompleta. El gobierno de Sánchez decidió conmemorar el 5 de mayo, día de la liberación de Mauthausen, con el recuerdo a todas las víctimas del fascismo. Sin embargo, este y todos los gobiernos del estado español olvidan que el franquismo fue -y sigue siendo- tan fascista como el que más. Y el desprecio a sus víctimas es patente.

Es que, como se dice y se repite, pero nunca parece que consigamos hallar soluciones, el saqueo de las riquezas del mundo, perpetrado por unas pocas personas, ya deja de importar. Pero esa es la victoria del neoliberalismo. Este artículo de Violeta Muñoz, que señala en EL BOLETÍN Francisco Morote, de ATTAC Canarias, abre las carnes y reaviva la indignación. Violeta se apoya en un estudio del Nacional Bureau of Economic Research (NBER)  que permite confirmar, ratificar, constatar, comprobar que los paraísos fiscales son la guarida donde se represa todo el dinero cuya falta causa tanto sufrimiento por todo el mundo. Y el estado de derecha español, a la cola de tantas cosas, está en cabeza de esta maldad: el 12 % del PIB, se dice pronto, esta en manos de la insalla filibustera.

Aleccionador artículo de René Salhas en PUEBLOS, que recomienda mi amiga invisible Colometa. El tema es francamente depresivo. La tremenda, trágica cohtradicción de que, en el momento que la felonía neoliberal canta las excelencias del libre comercio, con la supresión correlativa de las fronteras, comprobemos que esa fronteras se eliminan para las mercancías y los negocios. Pero, para las personas, en especial las desamparadas, famélicas y perseguidas, para esas personas, las fronteras permanecen, cada vez más altas, cada vez más erizadas de cuchillas y espinas. Por cierto que el autor menciona a las transnacionales españolas, pero yo creo que eso es injusto. El funesto honor de aprovecharse de las tretas y maldades neoliberales le corresponde también a todas las del mundo, incluyendo las europeas-