"La trampa del cambio climático es que no hay dónde esconderse de él" . Esta cita de Terry Hugues, biólogo, profesor especialista en corales, la utiliza Ferrán P Vilar como referencia de una serie que está publicando en su blog USTED NO SE LO CREE. Serie a la que pertenecen estos dos artículos que señala Federico Aguilera Klink. Artículos que yo, Chema Tante, no me atrevo a calificar como tremebundos, aunque lo parezcan, porque lo que inspira -o debería inspirar- terror es todo el cambio climático en sí. Yo confieso que a veces me canso de estar repitiendo y citando insistencias sobre el brutal riesgo que pesa sobre toda la Humanidad. Pero hay que perseverar. Mientras hay vida, hay esperanza, dicen. Ya hablamos, como hace Antonio Turiel de adaptarse al cambio climático y tratar de salvar ,lo salvable. La "Adaptación Profunda", que exhorta a preocuparse de lo importante y olvidarse del resto. Ya me pregunto yo si Canarias estará dentro de lo salvable o si será mejor irse mandando a mudar. Entretanto, veamos lo que nos dice Villar. El calentamiento y la acidificación crecientes de los océanos, con la aniquilación de su flora y fauna, la emisión de óxido nitroso, de efecto invernadero y la destrucción de los corales, que se llevará por delante a un tercio de la vida marina. Yo no sé que más se puede decir, mientras los Trump, las Botín y los Bolsonaro del mundo siguen con su acción ecocida.
Al pronosticar el partigazo electoral de la derecha (es de esperar que no se equivoque), Domingo Sanz desde DIARIO 16 dibuja la silueta de la derecha cerril de este estado español. Porque en este estado no hay una derecha democrática, sino una horda fascista que ahora se ha escindido en tres bandas, pero son la misma cosa.
Francisco Morote, de Attac Canarias, comenta estas declaraciones de José María Mollinedo y aporta la referencia a otro texto suyo, de 2012, con el tema común e irritante de que en este estado español de nuestras desdichas, la evasión fiscal -por culpa en especial de las grandes empresas- es una brutalidad.
Yo, Chema Tante, no creo que se pueda añadir nada más a las rotundas palabras que escribe David Torres en artículo señalado en PÚBLICO por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, sobre la foto de la infeliz niña yemení muerta de hambre, Amal Hussein, que hiciera Tyler Hicks. Bueno, algo se puede añadir: maldita sea la gente que oculta el genocidio de Yemen, que se fotografía con asesinos o que justifica la fabricación y venta de armas. Malditas sean esas personas, todas ellas.