El portavoz parlamentario de Nueva Canarias cuestiona a José Miguel Pérez por la "protección" dada una consejera de CC que "ni tan siquiera defienden los suyos"
En ZOOM CANARIAS - ZOOM NEWS, Juan Manuel Pardellas comenta la soledad política en que ha cadio Inés, por su mala cabeza
Por la boca muere el pez. Y así muere, todos los días, Inés, consejera de Paulino para las cosas sociales. Ella presentó -en un desierto parlamentario, por cierto- un Plan contra la pobreza que amenaza perpetuarse en el trámite parlamentario y que, por supuesto, carece de toda previsión financiera sólida. Pero no importa. Como se trataba de una pieza paradigmática de las prácticas paulinares, el Plan no era sino un mero detalle de medidas, unas ya existentes, algunas en ejecusión y otras -la mayoría- que nunca se pensó seriamente implantar. Tanto es así que en la sesión de debate en el Parlamento, la afuencia fue nula.
A Inés, consejera de Paulino para las cosas sociales, le están disparando, lógico, desde todas las esquinas. Y la interfecta, con intrépido descaro. responde. "Me parece una pobreza, estar en estos momentos, con una disquisición política"...
Lo de esta persona es una mezcla de insensibilidad y descaro, solamente superada por su jefe Paulino. La desesperada, apabullante, sangrante situación social en Canarias, con la gente muriéndose literalmente de hambre y enfermedad, con personas buscando la comida en la basura, con familias pidiendo por caridad que les alimenten a los niños y niñas, a este personaje detestable no le inmuta.
La desfachatez personificada. A mí no me extraña nada la enorme afinidad que une a Inés con Paulino. Comparte el mismo grado de descaro. Son personas que carecen del más mínimo sentido del respeto, propio o ajeno.
El titular que le pone José Luis Cámara a la entrevista que le ha hecho para DIARIO DE AVISOS tiene la virtu de liberar a quien no quiera sufrir la provocación (en el más canario sentido del término) que induce la lectura de las respuestas de la execrable politica. Sí, Inés, tú también eres política. Para nuestra desgracia.
A estas alturas de su gobierno, Paulino, con Inés y compañía, tras siete años de fracasos continuados, deberían estar al borde de la desesperación. Pero, mira tú por donde, han encontrado la regla de oro universal para justificar su desastrosa gestión. Una vez más, Madrid es el culpable.
