Nota de Chema Tante: Esta casualidad del aterrizaje en el Congreso de un marroquí promarroquí, agresor de los derechos del pueblo saharaui ocupado y saqueado, viene a unirse al nombramiento de otro pormarroqui como Planas como ministro, para engrosar la serie de acciones del estado español para favorecer la politica imperial del gobierno sátrapa de rabat.
Hoy 31 de mayo de 2016, con tristeza, hemos conocido a través de diversos medios de comunicación, el óbito de Mohamed Abdelaziz; siendo presidente en el exilio, desde 1976, de la República Árabe Democrática Saharaui (RADS), cargo que ha venido desempeñando, interrumpidamente, hasta el instante de su fallecimiento. Ha muerto el líder político de un pueblo que ansía su libertad; nos referimos al Sáhara Occidental.
A mí me luce que lo que escribe Mohamed A. El-Erian en este artículo en EL ECONOMISTA que destaca Francisco Morote, de ATTAC Canarias, está tan cargado de sensatez, que será imposible que lo comprendan las bandas tecnócratas neoliberales, carentes de seso operacional. Esta cuadrilla miserable seguirán con la costumbre del médico obtuso que a cada empeoramiento del enfermo, le multiplican la dosis del medicamento que demostró no servir para nada. Mi teclado echa humo, xde estar repitiendo siempre la misma verdad comprobable.
Abida Mohamed es la presidenta de AFAPREDESA Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos del Sáhara Occidental y de NOVA, Grupo de No Violencia Activa, y la entrevista que le hace Moisés Pérez en EL DIARIO COMUNIDAD VALENCIANA , la recomienda Antonio Aguado. Abida combina en su activismo, las reinvindicaciones saharuis contra el represor ocupante marroquí, con la no violencia, que señala como la mejor estrategia, frente a las demandas de la juventud polisaria de volver a las armas.
Desde Las Comunidades Saharauis en Canarias(Lanzarote,
Para celebrar la visita de su primo (¿o ya es hermano? ignoro cómo van estas cosas de la realeza) Fernando, sereto de España (y, como su progenitor, nada de Alemania), Mohamed, sereto de Marruecos (y todo, para Europa), ha ratificado el acuerdo de pesca que permite a buques europeos, en su mayoría españoles (y canarios, en mayor mayoría aún) operar en aguas africanas. Lo malo es que se trata de aguas en parte, marroquíes, pero, en buena parte, saharauis. Es decir, aguas pertenecientes al pueblo saharaui.