Juan Carlos Escudier proclama, desde PÚBLICO en artículo destacado por Antonio Aguado, lo que la banda que mangonea el partido español antes socialista y obrero, no quiere ver: que su orrganización es un muerto que anda. Y por culpa de esa turba traidora a los principios, que se ha encaramado en el poder.
Francisco Morote, de ATTAC Canarias, destaca este par de insignes artículos, que giran sobre la renta básica, de Juan Francisco Martín Seco, en REPUBLICA y de Juan Carlos Escudier, en PÚBLICO. ambos textos giran sobre el anunciado proyecto piloto finlandés, que asignará -por sorteo- 2.000 personas desempleadas una renta básica de 560 euros. Las tesis sobre la renta básica van convenciendo progeesivamente. Y no es de extrañar, porque se trata de una necesidad inevitable. Como dicen Martín Seco y Escudier, la progresiva e imparable reducción de puestos de trabajo por la tecnificación, está creando masas de desempleo y, correlativamente, de pobreza. La Renta Básica Universal no solamente rescata a millones de personas de la miseria, sino que relanza la economía y, automáticamente, aunque resulte paradójico, crea empleo.
Juan Carlos Escudier reflexiona y comenta con sabrosa ironía las andanzas de la sultana psociata que pretende, con sus aspiraciones a dirigir de derecho el partido que ya dirige de facto, consolidar el aplastamiento neoliberal que ella, los otros barones y los jarrones vetustos han impuesto en su organización. El artículo lo recomienda Antonio Aguado.
Fátima: 8º Mandamiento: No levantarás falsos testimonios ni mentirás
La monumental desfachatez ppera, en general y la de la ppía Báñez en particular se puso de nuevo de manifiesto con la intervención de la ministra del Paro y la Precariedad en el Congreso, diciendo que "nadie cobra menos de los seiscientos y tantos euros del salario mínimo" y que "quien sepa de alguien que cobre menos, que lo dencuncie". Y eso hacemos, denunciarlo. Como denucia Juan Carlos Escudier en este artículo en PÚBLICO, que destaca Antonio Aguado.
Asunto de la muerte de Barberá, Juan Carlos Escudier reflexiona sobre esa afirmación de la gente ruin que, cuando se le sorprende en sus viles maniobras y se le empura legalmente, reclaman silencio y oscuridad con esa frase de la "pena de Telediario". Como dice el artículo recomendado por Antonio Aguado, la verdad es que el Telediario, los informativos de los medios públicos colaboran aviesamente con la rapiña.
En PÚBLICO, artículo de Juan Carlos Escudier, señalado por Antonio Aguado. Escudier certifica la triste trayectoria de un medio como EL PAÍS, que naciera en 1977 como un proyecto de prensa independiente y ha acabado como un medio completamente vendido, que actúa solamente en función de los inbtereses comerciales y politicos de sus accionistas y patrocinadores. Una deriva hacia la miseria timoneada por ese maestro de la comercialización informativa que se llama Cebrián. Millones de lectoras y lectores que creímos en las virtudes democráticas de EL PAÍS y de Cebrián, nos alzamos ahora, en buena cantidad, desde las tumbar, para recriminarles su traición.
Tigotan Guanche recomienda este artículo que escribe Juan Carlos Escudier en PÚBLICO. Un epitafio de la muerte del partido español que perdió sus siglas de sociallsia y obrero. Y lo explica como una crisis existencial que conduce a "la depresión profunda y las tendencias suicidas". Y mete también en la explicación al "virreinato andaluz". Yo, Chema Tante, sostemgo que esta expliucación ea aceptable, pero que la causa esencial de la defunción de ese partido histórico hay que buscarla en barrios más simple y miserables. Lo que le ocurre a ese partido en agonía es que ha caido en manos de una caterva que solamente piensa en el corto plazo de sus cargos, en la reluctancia a los planteamientos de izquierda y en el cerril nacionalismo español. Todo ello, adobado por la dependencia a que obligan la monumental deuda del partido y los compromisos personales contraídos.
Juan Carlos Escudier escribe este texto que recomienda Antonio Aguado en PÚBLICO, sunto de la monumental desfachatez de un sujeto llamado Hernando, como su homólogo ppero, pero que milita en las traidoras filas psociatas. No diré yo, Chema Tante, que el tal Hernando, Antonio, no merezca todos y cada uno de los epítetos y comentarios que le dirige Escudier, pero sí que afirmo que este tipejo, Hernando el psociata, no hace sino practicar las malas mañas que se han instalado en la dirección de su partido. El yo y lo mío primero, lo mío y yo, después... Así le va a su partido y así le va a este desgraciado estado de derecha.
En PÚBLICO, Juan Carlos Escudier analiza, en artículo que señala Antonio Aguado, la enloquecida situación interna en el Psoe. Un partido en el que "barones y sultanas" se disponen a cargarse al secretario general y contradecir la voluntad mayoritaria de la militancia para asegurar, creen, su propia suoervivencia sin percatarse, según Escudier, de que con ello cavan su propia tumba. Y, agrego yo. sin asumir "barones y sultanas" que se están cargando al partido. "Entre todos lo mataron y él solito se murió".
Yo, Chema Tante, recuerdo las palabras del desagradable tipo al que pusieron a mandar en Bankia, Goirigolzarri, diciendo, cuánta razón tenía, el tío, "que las llamadas ayudas a la banca eran aportaciones de capital". Según eso, que se confirma ahora, no solamente Bankia, sino la banca en el estado español en general, son banca pública. Lo malo es que en la práctica es banca privada que se nutre con perras públicas, para el beneficio y el saqueo de la oligarquía. Otro triunfo infame de la estrategia neoliberal de rapiña de toda la riqueza del mundo. Hasta los más fanáticos defensores de las ideas venales de Friedman saben, aunque lo nieguen hasta la muerte, que el papel de una banca pública es el más limpio y rentable socialmente, que pueda haber en la intermediación financiera. Esa es la gran oportunidad que se ha perdido, permitiendo a mercenarios desaprensivos mangonear instituciones financieras que son públicas, porque público es su capital real, funcionar de acuerdo con las más siniestras mañas de la especulación privada, ávida de beneficios. Juan Carlos Escudier, en artículo en PÚBLICO que señala Antonio Aguado, comenta la fatal noticia, no por conocida de antemano menos letal, de que el dinero de todas y todos con que se apalancó a la banca, expoliada por la acción delictiva de sus accionistas y administradores, léase de Botín a Rato, pasando por Blesa y González, es incobrable. Cientos de miles de millones de dinero público sepultado. Hasta la próxima entrega.