La Ley del Suelo: la Ley de las 3 D - por Noemí Santana, secretaria general y portavoz parlamentaria de Podemos Canarias *

Más de dos años de legislatura y solo una Ley de calado: la del Suelo. Queda clara la prioridad del gobierno de Canarias, por si alguien aún tenía dudas al respecto. Una Ley hecha a medida de los grandes empresarios y grandes propietarios del suelo, y que va en contra del interés general, porque pone en riesgo lo que es de todos y todas: nuestro territorio.

No es cierto que suponga solo una simplificación de la maraña burocrática. Lo que hace  es eliminar controles que hasta ahora funcionaban, por lo que no habrá simplificación, sino inseguridad jurídica. Por ello nos tememos que se judicializarán los procedimientos. Los nuevos instrumentos permiten saltarse los controles, y dejan en manos de unos pocos las decisiones sobre el territorio, por lo que nos tememos que habrá arbitrariedad de los poderes públicos, y además genera que el Gobierno de Canarias renuncie a sus competencias y cree 88 modelos territoriales diferentes, promoviendo un urbanismo de proyectos, y no un urbanismo de planificación. Todo un disparate, jurídico y político.

Tememos también por el sector primario, porque el denominado “suelo rústico común” permite el desarrollo de actividades no relacionadas con el sector agrario, por lo que se convertirá en una reserva de suelo para futuros proyectos urbanizadores.

Tememos por nuestros parques naturales, ya que esta Ley permite construir a sus faldas. ¿Tendremos macrohoteles a las faldas del Teide? Esa pesadilla es la que no queremos.

Es una Ley elaborada por tres abogados, no por un equipo multidisciplinar, que se ha debatido durante 14 ponencias, lo que suma un total de 42 horas. Algo ridículo. En otras comunidades autónomas tardan años, por ejemplo tres en Euskadi, para desarrollar una Ley tan importante y compleja como ésta, para elaborarla de forma consensuada y participada. Pero claro, no se quería que fuera participada, y mucho menos difundida. Ese no era el objetivo. Cuánto menos se conociera, mejor.

Este verano tuvimos otro claro ejemplo de ello. Abrir cinco reglamentos a su exposición pública en agosto deja claro lo que buscan: que nadie se entere. Se trata de un nuevo ejemplo de la falta de calidad democrática del equipo de Clavijo, el cual, durante todo el proceso de tramitación que lleva la Ley, ha pecado de no saber o no querer entender en qué consiste la verdadera participación ciudadana, cercenando constantemente las posibilidades de todos los que entienden esta Ley como un atentado contra nuestro patrimonio más valioso, de hacer modificaciones en la misma.

Esta Ley del Suelo es el Kilómetro Cero de la futura corrupción en nuestra tierra. Que cualquiera pueda construir, casi libremente, no es una buena noticia. En Podemos consideramos que esta Ley vulnera además la Constitución Española. Y por eso vamos a presentar  un recurso de inconstitucionalidad, al entender que incumple claramente el artículo 47 de la Carta Magna, aquel que marca como obligación para los poderes públicos “regular la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”.

Claro que somos conscientes de la necesidad de ordenar el territorio y actualizar nuestra norma, pero no abriendo la puerta hacia la especulación y el ladrillazo. Pretender generar riqueza para nuestra tierra reincidiendo en aquello que nos ha llevado a la situación en la que estamos, la especulación y el ladrillo, solo puede estar motivado por intereses ajenos a los de la mayoría de la población. Hacer más hoteles, más campos de golf, y más centros comerciales, y hacerlo más rápido, y con menos trabas. Ese es el objetivo final de la Ley del Suelo de Clavijo y sus socios. No mejorará la economía canaria. La pone en grave riesgo, aún más, y puede provocar efectos irreparables, como dañar definitivamente a nuestro sector primario. Esta Ley es la única carta de un Gobierno vacío de contenido y de apoyos. Podrían haber sacado adelante algunas otras leyes de calado. Desde Podemos les hemos llevado varias, a coste cero: Ley de cuentas claras y abiertas, modificación de la Ley de la Audiencia de Cuentas, o la Ley contra la pobreza energética (que hace mucha falta a nuestra gente). Todas las han rechazado. O incluso haber aprobado ya la Ley de Servicios Sociales, que lleva dos años de retraso. Pero no, sus prioridades eran otras. Su objetivo prioritario era sacar adelante una Ley del Suelo que no tiene el consenso que requeriría algo que va a determinar, por desgracia, el futuro de Canarias. Saben que se les acaba el tiempo. Que el invento de los gobiernos de Coalición Canaria, tal y como han funcionado hasta ahora, se acaba. Por eso esta legislatura tenía solo un objetivo: sacar adelante la Ley que necesitaban los grandes empresarios y hoteleros para poder especular y construir a su antojo.

Esta Ley del Suelo se puede resumir como la Ley de las 3 D: desreguladora, desprotectora y depredadora.

* En La casa de mi tía por gentileza de Noemí Santana