En Las Palmas de Gran Canaria, un grupo de agricultores y agrcultoras rompe la cadena diabólica del intermediario y se acerca directamente al mercado detallista.
Como cada vez que aparece el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que publica mensualmente la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se renueva la zozobra y la calentura por una situación calamitosa ante la cual Paulino y su banda han demostrado haber tirado la toalla. Lo han dado por imposible. O lo han querido dar por imposible.
Trabajadores y trabajadoras no somos un cáncer que las empresas deben extirpar para “crear riqueza”. También creamos riqueza y además consumimos y si la gente no gana un sueldo mínimamente digno no puede consumir y si además ve inseguro su empleo por un despido que puede llegar en cualquier momento no podrá consumir productos que requieren un pago aplazado (lavadoras, automóviles, viviendas).