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sábado, 05 de octubre de 2024 09:22h.
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Firmas

Distintas maneras de ser político - por Nicolás Guerra Aguia

Un concejal de IU en Lanzarote -señor Valencia- renuncia al móvil y a la tableta que con espléndida dadivosidad puso en sus manos el equipo de Gobierno de San Bartolomé (a fin de cuentas, pagamos los contribuyentes). Pero, además, dona a su partido y a una ONG las dietas por asistencia a plenos. (¡Ya empieza la ética a sobar analidades!)

Firmas

Crece el empleo en el sector privado - por Nicolás Guerra Aguia

 Tañeron las campanas. Desde las primeras horas del jueves 22 de enero llevaron con sonoros cantos la buena nueva: el empleo en España creció en 430 000 puestos de trabajoel año pasado. Por tanto, solo quedan 5 500 000parados, aunque bien es cierto que la economía sumergida mueve muchísimo trabajo entre personas supuestamente inactivas.

Sociedad

Vuelvo a la carga y digo que no vale - por Nicolás Guerra Aguia

"...    Sin embargo, una señora fiscal de Madrid solicita 74 años de cárcel para 14 jóvenes acusados de “desórdenes públicos, daños, resistencia, faltas y atentado a agentes de la autoridad”. Ninguno lo es por “homicidio imprudente”. Las penas exigidas superan los dos años, lo cual implica su cumplimiento en la cárcel y, para diez acusados, pide seis años. Como no ajusto ni encajo bien las piezas, recordé aquellos versos de Agustín Millares que titulan este artículo de opinión. Si en el anterior contrasté dos actuaciones fiscales dispares, en este vuelvo a la carga y digo -con todos mis respetos- que algunas leyes actuales no me valen."

Nota de Chema Tante: Me permito la licencia editorial de encabezar con su conclusión este gran artículo con cuyo contenido me identifico absolutamente.

Firmas

Alicia Llarena, la poetización de la palabra - por Nicolás Guerra Aguiar

Años ha, estimado lector, asistí en la Casa de Colón a un acto organizado por la Academia Canaria de la Lengua (que no Academia de la Lengua Canaria, osadía de algún colega aular). Cuando saludé a su presidente en aquel año, el filósofo de la lengua (y sabio, de paso) don Ramón Trujillo Carreño, le hablé sobre un trabajo de investigación que iba a empezar dirigido por una docente de la Universidad de Las Palmas, doña Alicia Llarena. Su reacción fue inmediata: Alicia, me dijo, había sido uno de sus mejores alumnos (el género no marcado es muy importante en este caso)...