Una iniciativa para abrir un debate plural sobre el nuevo Estatuto para Canarias y que  sea refrendado por toda la población canaria

El galardón será entregado el sábado 25 de noviembre en el Teatro Municipal de Agüimes

TAMAIMOS, que, por cierto, estrena nuevo formato con el inicio del curso, ofrece un valioso testimonio con este editorial de denuncia de lo que Canarias está haciendo con  su mar: "convertirlo en un  vertedero"

Su designación coincide con el XL aniversario de la publicación de la obra “Natura y Cultura de las Islas Canarias” En TAMAIMOS dan cumplida cuenta de la merecida concesión de su II Premio a un  tipo que ha hecho mucho por la defensa y mantenimiento de la sufrida cultura canaria. Y yo Chema Tante, aplaudo esta distinción y felicito al admirado Pedro Hernández Guanir

No oculto mi admiración y respeto por la gente de TAMAIMOS, con la que me unen muchas cosas, más una; y menos otra. La una más, nuestra común simpatía por NC; la otra menos, nuestra discrepancia respecto a Podemos. Sin embargo esa discrepancia no me hace dejar de atender a lo que escriban desde TAMAIMOS, en esta ocasión sobre el debate electoral de las cuatro personas -dos tipos, dos tipas- que se presentan a las elecciones a la secretaría general de Podemos Canarias. Creo que lo que dicen desde TAMAIMOS debe servir a Podemos en general y quienes aspiran a dirigirlo en Canarias en particular, para hacer la siempre valiosa autocrítica. Porque, por encima de todo, hay que entender que lo que dice TAMAIMOS, con error o con acierto, mayor o menor, siempre está motivado por la sensibilidad social y por la preocupación por Canarias. 

Valiente artículo de Isabel Saavedra en TAMAIMOS sobre el significativo caso "Operación Vara", mal llamado, como dice la autora "18 lovas", que no es sino un exponente puntuial de todo el cuadro social existente hoy en estas islas. Un cuadro que en muchos aspectos no se diferencia de la Canarias feudal y oligárquica que nos viene desde la conquista. La descripción es fácil: una sociedad dominada por unas cuantas familias que se consideran dueñas de las vidas y haciendas de toda la gente canaria.

Así empieza la primera de las cuatro Catilinarias de Cicerón, que quedaron como ejemplo de la manifestación de descontento con alguien que hace hediondeces en politica. Catilina no estaba en el poder, pero quería estarlo y dedicaba mucho dinero a comprar voluntades. La coalición nada canaria del genuflexo Clavijo sí está en el poder, pero, como Catilina, se estalla grandes cantidades de dinero -del erario o de vaya usted a saber de dónde- para mantenerse mangoneando Canarias. Por eso nos tiene calientes a todas y todos. El editorial brillante de TAMAIMOS sigue la pauta de Cicerón para decirle a la coalición inmobiliaria que deje ya de jeringarnos la paciencia. Claro que no será con catilinarias como nos sacaremos de encima esta diabólica pejiguera.