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viernes, 19 de abril de 2024 07:36h.

Historia de un represaliado del franquismo – (XV) La libertad - por Ramón Armando León Rodríguez

ramón armando

La libertad. Un maravilloso día, el 20 de abril de 1971, Manuel Vizcaíno Reyes y yo salimos en libertad. No recuerdo si llovía, estaba nevando, hacía sol o caía una tormenta. Lo importante era la libertad.

Historia de un represaliado del franquismo – (XV) La libertad - por Ramón Armando León Rodríguez

La libertad. Un maravilloso día, el 20 de abril de 1971, Manuel Vizcaíno Reyes y yo salimos en libertad. No recuerdo si llovía, estaba nevando, hacía sol o caía una tormenta. Lo importante era la libertad. (La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. El Quijote).

manuel vizcaíno ramón armando

Con Manuel Vizcaíno, en la actualidad

Cartilla caja postal de ahorrosEra el veinte de abril de mil novecientos setenta y uno, cuando abrieron la cancela que daba al exterior, unos cuantos pasos y seriamos libres, pero faltaban los trámites de puesta en libertad. Nos dieron un certificado de cumplimiento de condena, un pasaje para el tren y otro para el barco, también nos dieron una cartilla de ahorro de color azul, en la portada tenía un escudo imperial y la bandera española que ponía; “España grande y libre” y Caja Postal de Ahorros. La cantidad de dinero era irrisoria, ciento ochenta y seis pesetas.

 

 

REJA CARCELCruzamos la verja y pusimos los pies en la calle, ya éramos libres, relativamente, porque no hay que olvidar, que en aquellos tiempos España entera era una cárcel. Fuimos a la estación de tren, devolvimos los pasajes de tren y barco y compramos dos tiques de autobús hasta Madrid. De allí, nos fuimos a comer a un restaurante, invitados por el médico de la prisión. Después nos fuimos a visitar a un librero que era simpatizante de izquierda, a pesar de que el médico nos había advertido de que era peligroso, nosotros no sabíamos que en ese momento había un Estado de Excepción en España.

CURA

Por la tarde cogimos el autobús y sorpresa, el cura de la prisión también estaba el vehículo, pero no intercambiamos ni una palabra. Hicimos un par de paradas durante la ruta y sin darnos cuenta “arribamos” en Madrid. Era una noche oscura, pero nos fijamos en que éramos vigilados por dos individuos, no cabía duda; la policía nos seguía. Pero hicimos caso omiso y nos fuimos a hospedar a una pensión.

AUTOBÚS

TELÉFONO PÚBLICOMi compañero se puso malo, lo dejé acostado y bajé al portal a llamar por teléfono a un ex compañero de prisión que estaba de taxista en Madrid. Los dos policías estaban en la acera de enfrente, no me amilanaron, hice la llamada y a la media hora se reunió con nosotros. TAXI MADRID 70Nos trasladó en su taxi a su casa, ubicada en un edificio muy antiguo. La vivienda estaba en un pasillo de pequeños compartimentos habitados por varias familias, el baño era compartido. A nosotros nos alojó en una pequeña habitación y nos proporcionó un par de bacinillas, nos dimos las buenas noches y nos fuimos a dormir. No pudimos conciliar el sueño debido a que se produjo una discusión entre el taxista y su mujer, la causa éramos nosotros, la mujer tenía miedo y hasta cierto punto era comprensible, porque, como ya dije anteriormente, había un estado de excepción, ellos no pararon de discutir y nosotros no pudimos pegar un ojo.

Por la mañana nos despedimos de nuestro camarada y nos fuimos a un centro comercial, mi compañero se compró una chaqueta, partimos para el aeropuerto, cogimos el avión y volamos para Gran Canaria.

AVIÓN IBERIA

Capítulos anteriores:

Historia de un represaliado del franquismo – (I) Mi primera detención

Historia de un represaliado del franquismo – (II) Barranco Seco

Historia de un represaliado del franquismo – (III) Juicio y apelación

Historia de un represaliado del franquismo – (IV) Actividad política

Historia de un represaliado del franquismo – (V) La Caída de Sardina

Historia de un represaliado del franquismo – (VI) Consejo de Guerra sumarísimo

* En La casa de mi tía por gentileza de Ramón Armando León Rodríguez